Germán Gregorio escribió:Lo importante es que cada esgrimista,habiendo un mínimo y un máimo que marca el sentido común para parametros comunes, encuentre el arma que le permita realizar con comodidad y soltura las técnicas, y se adecue a su estilo de juego.
Reitero, ¿cómo puede un esgrimista formarse un criterio propio adecuado a su estilo personal si no tiene formado un criterio definitivo sobre la escuela o escuelas en las que basa su estudio? O aún más, ¿cómo puede formarse un criterio propio correcto cuando desconoce las sensaciones de manejo de una pieza histórica? Porque si nos vamos exclusivamente al criterio personal, la respuesta es sencilla: contra más ligero, más rápido.
Sin embargo, y sigamos especulando (sin tomar como referencia las piezas originales), una mano y media debería de ser contundente, pero ¿cuanto?. Quien más, quién menos, todos hemos visto pruebas de corte, y una de las conclusiones que yo he sacado es que si el plano de la espada y el plano de giro coinciden y se golpea con el punto de percusión, hace falta relativamente poca fuerza para rebanar limpiamente la provervial esterilla enrollada (y al revés, un fallo en la alineación del plano de la espada con el de giro tiene efectos desastrosos) ¿Entonces, que? ¿Es lo suyo una espada ligera, rápida como un demonio y que haga lonchas con un giro mínimo? Eso haría mistos a un pollo vestido como los del Talhoffer o los de Vadi. Pero claro, si estás en el siglo XIV, esa mano y media también te la vas a llegar a la guerra ( o a lo mejor no, oyes), donde te vas a encontrar unas cuantas armaduras transicionales, a las que una espada ligera les va a hacer cosquillas, pero una más contundente podrá repartir conmociones, contusiones, desmayamientos (de romper la maya, no de los de "ah, oh, me dá un vahído"), aplastamientos y algún corte grave de vez en cuando.
Y luego aparece el amigo Vadi, diciendo que si tienes que combatir contra varios que te olvides de las estocadas y que cojas una espada ligerita (en el capítulo IV de su "Arte Gladiatoria").
En fin, sólo pensad cual es uno de los mejores espaderos del mundo mundial (Germán, ese es tu objetivo: ser como ellos) y cómo se llama su linea de espadas... Museum Replicas ¿no?.
P.D. En cuanto a pesos, el catálogo de Albion puede ser una buena referencia, ya que muchas de las piezas están expresamente fusiladas del original. Ahora que lo pienso, parte del puñao de euros que te piden por una espada pagará el tute de museo a museo que se debe de dar el señor Peter Johnsson; y parte de su fama de buen espadero, del conocimiento que ha acumulado sobre piezas originales.