Supongo que te refieres a la Biblia de Maciejowski. He tardado un poco en encontrarla, porque la verdad es que tiene un nombre el menda que es para darle de comer a parte, y no recordaba exactamente cómo se escribía. Pero lo cierto es que tiene unos de los mejores grabados que he visto de toda la iconografía medieval; admirables por lo detallados y realistas que son, al margen de, ahora que tocamos el tema, lo exagerados que nos pueda parecer lo que reflejan. Paso un link en el que se muestra una de las mejores escenas, en lo que a combates se refiere. En ella, el autor ilustra el pasaje en el que Saul, con los israelitas, derrota a los amonitas y destruye la ciudad de Nahash.Luis Miguel Palacio escribió:
" y en la biblia ésta de nombre impronunciable y etc, etc. y en todos se dan ejemplos de hendir yelmos (y en algunos casos, harto reiterados), pues hombre, como dijo el otro, aquí huele a muerto.
La ilustración no está completa, y el fotógrafo ha tenido a bien darnos por saco, recortando algunos detalles de la escena. Cachis.
http://www.medievaltymes.com/courtyard/ ... 23va&b.gif
Humm.... en mi opinión no creo que sea desde luego con ayuda de la velocidad del caballo. Es un hecho de pura física. El caballo desarrolla una velocidad horizontal, mientras que el golpe dado sería vertical, ambas velocidades, pues, no se suman. Quizás pudiera ayudar el hecho de encontrarse en una posición más elevada que el infante, no digo que no, con lo cual el arco del golpe dado sería mayor y tal vez eso sí ayudaría a desarrollar una mayor velocidad de la hoja en el momento del impacto.JESUS FIDELIS escribió:Si el tajo se realizara por un jinete contra un infante, en un tajo descendente y con la velocidad que le imprimiría el caballo, yo creo que podemos decir que existe la plena posibilidad de "cortar" y hendir el yelmo.
Otra cosa es que en la Biblia de Maciejowski (efectivamente impronunciable), sean unos exagerados(¿el origen de los efectos especiales?) y partar cascos, cotas, etc...
En realidad los golpes dados de tajo con un caballo al galope, no son nada fáciles de conseguir, además de ser potencialmente peligrosos, especialmente para la montura. Probablemente el golpe que más aprovecharía la velocidad del caballo, sería ejecutándolo de atrás hacia delante, algo así, para hacernos una idea, como cuando lanzas un bolo en una bolera. En ese caso sí se sumarían ambas velocidades por ser las dos en un mismo sentido y dirección, pero seguramente impactar contra la parte superior del yelmo propiamente dicha, sería menos probable que hacerlo contra su rostro, el cuerpo o un brazo.
Cierta vez vi en un documental sobre caballería, hace ya años de eso, que al parecer lo que más cunde con una espada recta (de las típicas que llevaban los coraceros en el XIX) y con el caballo a todo trapo, era sencillamente clavarla. El tipo en cuestión salía a galope tendido y unos metros antes de llegar al saco de ejercicios (un simple saco relleno de no sé qué, unido a un poste de madera clavado en el suelo) se inclinaba ligeramente hacia delante sobre la silla y ponía el brazo completamente estirado con la espada en dirección al saco. A cámara lenta podías ver como la espada traspasaba totalmente el saco de parte a parte, luego el tipo hacía como una especie de flexión con el codo y un giro con la muñeca, supongo que para no rompérselos y mientras pasaba del largo al lado del saco, la espada se doblaba hasta un punto que parecía casi imposible que no se rompiera, mientras iba saliendo del saco y el fulano en cuestión aguantaba de ella, ahora ya con el brazo totalmente retrasado con respecto a su cuerpo, como si la arrastrara tras de sí.
Por cierto, si no me falla la memoria, creo recordar que se trataba de un oficial de la guardia real inglesa. Esos del palacio de Bukinjansdfssfasd, o como leches se escriba en la lengua de esos perros herejes.

Pero volviendo al tema del post, pues no sé, tal vez un tipo especialmente fuerte con una espada de muy buena factura y en circunstancias favorables pudiera llegar a hacer un corte más o menos profundo en un yelmo. Supongo que a lo largo de la historia, más de un caso se tiene que haber dado, digo yo.