Se trata de dos viejas conocidas: la británica Wilkinson Sword, por un lado, y Weyersberg, Kirschbaum und Companie (WKC) , de Solingen, por otro. Ambas son compañías dedicadas a la espadería desde el siglo XIX, y en el caso de la WKC, tanto la familia Weyersberg como los Kirschbaum llevan en esto.. ¡ desde el siglo XVII ! Es tanto como decir que aún hubiese una empresa en Toledo llamada "Herederos de Tomás de Ayala"..

El caso es que vidas tan paralelas, parece que van a tener un final diferente. La Wilkinson ha anunciado que deja el negocio de la producción de espadas, para centrarse en el resto de sus negocios (las maquinillas de afeitar, por ejemplo). Es un anuncio muy triste, sobre todo porque llega en un momento en la firma británica trataba de abrirse hueco en el mercado de la esgrima antigua con unas espadas de mano y media de tipo práctico. Ni siquiera han llegado a lanzarlas.
Por su lado WKC, que ya llevaba tiempo diversificando su negocio tradicional de sables militares para producir hojas de esgrima deportiva y de teatro, acaba de meterse en la otra gran área del negocio espaderil: las hojas de estilo japonés. Muchos dicen que las hojas provienen de China, pero WKC afirma que aplicará sus controles de calidad habituales en el producto militar a esta nueva gama. Se espera que el resultado sea al menos decente.
Yo particularmente, he sentido mucho la noticia de la Wilkinson, pero me alegro mucho por WKC, y espero de veras que les vaya muy bien en esta nueva aventura... llevar un katana con el logo de WKC resulta por lo menos original, ¿no?

Espero que sólo lo estampen en el nakago (espiga), de otro modo se vería algo extraño...

JdB