Recientemente he recibido mi nueva espada de entrenamiento de mano y media, una Flagellum modelo Preboste customizada por el artesano Julio Armenteros, y provista de vaina y cinto histórico realizados por Román Díaz, (de ahí la coña de "Romanteros"
) artesano más conocido por ser el Koshiraeshi de la firma "Tengu". Lo que me impulsa a publicar las fotos de la espada no es presunción (bueno, un poquito si, que no todos los días recibe uno una virguería así, cohone
) sino sobre todo destacar el nivelazo que están alcanzando nuestros artesanos, que en muy poco tiempo han sido capaces de producir armas que rivalizan y superan en muchos aspectos a lo mejorcito de lo comercializado en el extranjero. 
Como puede verse, los arriaces han sido modelados y grabados con unas simples líneas verticales que le dan un toque muy particular; El pomo es de latón, dando su color dorado más prestancia al conjunto (y eso que a mí no me molaban los doraditos en las espadas, pero reconozco que ha quedado bien el detalle). La empuñadura tiene cuatro junquillos, y el trabajo realizado en el cuero es de una calidad y esmero que no tiene absolutamente nada que envidiar al de una Albion. El acople de la forma y grosor de la empuñadura sobre el pomo y el arriaz son perfectos, sin sobresalir ni escasear en ningún punto. La hoja ha sido modificada rebajándole y redondeándole los filos, consiguiendo un peso total de 1.420 gramos, una flexibilidad destacabe y un equilibrio y manejabilidad magníficos. El sonido de diapasón que emite la espada con cualquier pequeño roce de su hoja o arriaces es también marca de la casa y hace que se me activen las glándulas salivares...
La vaina y su cinto son también preciosos y la espada encaja perfectamente en ella. Una vez puesta resulta comodísima, o lo cómodo que puede resultar llevar metro veinte de acero colgando de un costado, ya me entienden vuesas mercedes.
La razón principal de la publicación de éste mensaje es básicamente que cuando me hicieron entrega de la espada, me quedé de pasta de boniato
y cuando conseguí que se me bajara la erección pensé que ésta muestra del nivel que ya tienen nuestros artesanos (y que por cierto, seguirá subiendo, señores) debía hacerse pública para orgullo de ellos, asombro de propios, y advertencia de extraños, que deben saber que cuando combato con ésta en las manos disfruto de un +5 a la moral. Gracias a los artistas y a Rufino Acosta por hacerme orgulloso dueño de una espada hecha con tal mimo y cuidado al detalle. Impresiona ver lo poco que ha tardado la "cantera nacional" en llegar a ofrecer resultados como éste. Chapeau, señores.
Oscarionte
. Yo me decanto por otros colores pero para eso los pintan, ¿No?
.
...es que no tienes corazón. 
