Alberto Carnicero escribió:Ya ireis contando como toreais este toro...A mí, solo imaginar cómo describir el pliego de condiciones y normas para adaptarse a un periodo concreto de la antigüedad me da cansancio.
¿con imágenes acompañadas de minias?
¿con textos de libros?
...no se, no se...pufff....mucho curro, mas el adicional para perseguir a la gente que intentará sacar de la maleta las cosas ahistóricas cuando nadie mira (se que eso pasa hasta en Hastings)
Efectivamente, cuando estuve en Hastings pude ver a alguna gente de países del este, polacos o demás, que hacían exactamente eso: tras pasar el “kit check” añadían elementos fuera de época o ámbito cultural, o bien directamente iban por turnos a pasar el chequeo de marras, prestándose mutuamente equipo. Ahora bien, sólo se trató de casos aislados y de hecho este proceder es algo que choca frontalmente con la mentalidad imperante en los grupos anglosajones, alemanes o escandinavos.
De todas formas, no está de más señalar que este formato de evento, es decir, de participación abierta y sólo condicionada a pasar un examen de historicidad, otro de seguridad (protecciones y armas con unas características definidas), otro más de control del arma y un último de historicidad del campamento, es en realidad una auténtica excepción dentro del recreacionismo del norte de Europa. Y si los megaHastings funcionan así es, sencillamente, porque tienen una vocación “masiva” que no cuentan la mayoría de los eventos.
En realidad, éstos suelen estar centrados y organizados en torno a museos o parques arqueológicos, donde la organización cubre los gastos de transporte y comida a los participantes, estando por tanto su número restringido, de forma que rara vez excede de los trescientos, pues un número mayor es logísticamente complicado de manejar. La participación generalmente es por invitación y lógicamente esto hace que en los de mayor prestigio sólo participen aquellos grupos de más nivel centrados en ese periodo. Lo cierto es que la organización no admite a más gente ni aunque ésta se ofrezca a hacer el desplazamiento por su cuenta, costeándoselo todo.
Luego hay una especie de segunda categoría de eventos en los que la participación esmás abierta, aunque sigue siendo por invitación, y no hay ni cobertura de transporte ni un límite de plazas. Generalmente, si los organizadores o un grupo de confianza conocen a otros que cuentan con un buen nivel de autenticidad, se les escribe. De este modo fuimos invitados El Clan a participar en Eu (Normandía) o al Trelleborg de este año: mediante un PDF de inscripción que fue pasándose de un grupo a otro, vía email
En este segundo tipo de eventos no existen ningún tipo de normas, pues se asume que los participantes ya cuentan con los conocimientos y el criterio suficientes como para que su equipo alcance dichos niveles de historicidad. Evidentemente, ni en eventos como Moesgard existe una especie de “policía histórica” encargada de vigilar que la peña no saque el tupperware con la mortadela, ni a los recreadores se les pasaría por la imaginación hacer tal cosa. Es más, todo ello sería considerado algo casi insultante.
Por otro lado, las normas de Hastings 2006 (150 páginas en PDFs) en realidad no fueron más que una extrapolación de las normativa interna que impera en el grupo organizador, The Vikings.
Con todo esto quiero decir varias cosas. La primera es que resulta imposible que en un evento impere una determinada historicidad si sus participantes no cuentan con los conocimientos y, sobre todo, la concienciación de cumplir una serie de normas
autoimpuestas. Nadie puede controlar a cincuenta, cien, trescientas o tres mil personas, en todos estos aspectos sin que te la líen en un descuido. Es algo obvio. Y también resulta algo obvio que, para recrear algo, antes de nada hay que saber cómo era ese algo y, siendo brutalmente sincero, eso no se puede dar en España con la misma facilidad que en Alemania, debido a los bajos niveles de cultura y afición por la lectura que aquí imperan.
Lo cierto es que Internet está repleta de información, de artículos, de fotos e incluso PDFs con libros enteritos. Simplemente encomendándose a San Google aparecen docenas de webs estupendas: llevo desde el 2002 pasando en los foros los mismos enlaces de información, una y otra vez, entre ellos la web de Marc Carlson. Que a estas alturas se siga dando vueltas el tema del calzado, o que en este exista una tira titulada “el calzado, el eterno problema del recreacionista”, existiendo además en España un artesano del nivel de Antonio de Canfrac, es como vivir en un eterno bucle temporal.
La segunda reflexión es que yo no creo que haya nadie en países con mayor solera recreacionista que, honestamente, crea que la clave para que un evento alcance unos buenos niveles de autenticidad sea el montarse una serie de normas y hacer un llamamiento general de tropa. Y considerar al último megaHastings como un modelo de rigor histórico es un error. De hecho, en dicho evento hubo de todo: gente muy buena y gente no tan buena, aunque siempre se cumplió unos mínimos muy por encima de los máximos que imperan en la mayoría de eventos de recreación que se organizan por aquí.
Es por ello que, por ejemplo, nosotros nos hayamos decantado por el formato de invitación, otorgando una cierta cobertura a los participantes, para los eventos que organizamos, como el 9º Centenario de la Batalla de Uclés. Tal vez sea un modo con el que se consigue menos gente, en este caso 45 personas, pero al menos se asegura la autenticidad.
JESUS FIDELIS escribió:Lo de meter a un estamento certificador, es un hecho que ha venido en cierto modo sobrevenido. Me explicaré, en este tipo de eventos donde se va a ir exigiendo unos determinados mínimos siempre existe el problema o la preocupación de "quién le pone el cascabel al gato" y además como hacerlo sin que haya acusaciones o reproches de partidismos, preferencias u otros incidentes. Surgió la posibilidad de que un estamento independiente del futuro comité de Muret 2.013 y de los promotores de Peracense certifiquen el nivel de recreacionismo e historicidad, y como dicen la ocasión la pinta calva.
Siendo de nuevo igualmente sincero, creo que también hay cuestiones de actitudes. Cuando estuve en Hastings el encargado de hacerme el chequeo fue un señor casi sexagenario que, con una exquisita cortesía británica, antes de nada se excusó por someterme a esa clase de pruebas, señalando que eran algo necesario para garantizar la seguridad de los que allí participábamos y esa búsqueda de autenticidad que a todos nos interesa. Eso me lo dijo alguien que forma parte de un grupo que lleva existiendo unos 35 años y que cuenta con gente que me da mil vueltas en cuanto a conocimientos.
Sin embargo, cuando en vuestro foro se ha planteado el tema de las normas ha habido casos particulares –no generales- en los que esta sana actitud dejó bastante que desear, llegándose a decir que a quién no le gustasen las normas “dos piedras y a tocar la zambomba”, algo que es fácil que no siente bien a la gente. En realidad, a mí pasar por una prueba de autenticidad de ese tipo me presenta los mismos problemas que a un abstemio pasar por un control de alcoholemia, pero determinadas cosas tienden a molestar. Especialmente visto lo visto:
http://foro.fidelisregi.com/viewtopic.php?id=643
Como ya le dije a Fernando, a mí el proyecto de Muret 2013 me parece una gran iniciativa, y seguramente haga que bastante gente se ponga las pilas, pero hay que ser muy “político” a la hora de plantear ese tipo de cosas. Y andarse con pies de plomo.
En fin, personalmente veo demasiados egos, muy poca autocrítica, una gran estrechez de miras, un excesivo corporativismo y demasiado afán de publicitarse en la recreación medieval hispana. Y luego pasa lo que pasa –léase Recreamedievo-. Y la estrechez de miras es tal que, no sólo se habla de eventos del extranjero sin haber estado nunca en ninguno, sino que incluso se obvian la existencias de otras épocas, de forma que por ejemplo se habla de “recreación histórica” para en realidad referirse a la “recreación histórica medieval”, sin aparentemente saber que hay una federación de grupos napoleónicos haciendo grandes cosas en España, y grupos romanos de un gran nivel, que podrían servir de referencia. O directamente se da por sentado que lo que se hace en un determinado circuito, ámbito geográfico o humano, es lo único que existe y lo mejor del mundo mundial.
A modo de conclusión, creo que sólo la concienciación de los participantes a un evento puede asegurar la autenticidad del mismo: este fin de semana me voy a hartar de ver sobrevestes, pese a que no conozco ninguna representación ibérica del siglo XII de un caballero u hombre de armas llevando uno. Y me temo que, al igual que el año pasado, también veré a caballeros castellanos con un yelmo Sutton Hoo o Coppergate (sajones, siglo VIII) o Gjermundbu (Noruega, siglo X), espadas de mano y media del XV, botas camperas, muñequeras en plan Manowar, etc.
Y si la única solución que existe para evitar todo esto es recurrir a una empresa auditora para asegurar el cumplimiento de la ISO 9001…