Una buena honda usada por un buen hondero es un arma terrorífica. Según tamaños de proyectil y distancia, puedes llegar a comprometer bastantes blindajes. Decir lo que puede hacer en cuanto a distancias y velocidades alcanzadas o capacidad de penetración es muy relativo, depende de muchos factores tanto de lado lanzador como del receptor, y si queremos ser serios nos meteríamos en estudios en toda regla. Sin embargo que los honderos formaran parte regular y respetada de los ejércitos de la antigüedad debería ser lo bastante significativo como para tener a este instrumento en la consideración que se merece.
Las características de la honda y del proyectil son determinantes a la hora de plantearse su aplicación, y de hecho se sabe que los honderos "profesionales" llevaban varias hondas distintas que usaban para diversos tipos de tiro (más lejano, más cercano, más preciso...). A cualquiera que le interese el tema, le recomiendo pasarse cuando pueda por las Baleares, donde varias asociaciones intentan recuperar esta actividad, y donde se hacen demostraciones de manera regular. En casa, el pisapapeles de mi mesa es una piedra del tamaño de mi puño que me trajeron de una de estas exhibiciones, y con la que un yayo de ochentaypico años y de aspecto por otro lado encantador sembraba, aparentemente sin esfuerzo, el caos y la destrucción entre todo tipo de blancos colocados a veinte y treinta metros de distancia. Creo que los amigos que me lo trajeron pronunciaron frecuentemente la palabra "desintegración" en varias ocasiones referidos a blancos de tipo vegetal...
En fin, que una buen pedrada te deja en el sitio son saber como... o, bueno, sabiéndolo muy bien.
Manuel, bromas aparte, "glans" viene del latín y significa "bellota", y se aplica con frecuencia a objetos que tengan una forma que recuerde a ese fruto, de ahí la denominación de lo que estaba pasando por tu mente perversa. Pero también se aplica a los proyectiles de honda de época antigua, normalmente hechos de plomo o de cerámica, y de forma ligeramente ovalada. Éstos eran más consistentes en sus prestaciones que las piedras y por lo general se podían lanzar más lejos y con más precisión gracias a su forma que permitía imprimirles un ligero movimiento rotatorio a lo largo de su eje mayor (piensa en la forma de un balón de rugby o de fútbol americano y de como se lanza con la mano para que mantenga una trayectoria recta). Por ejemplo,

o estas reproducciones de originales:

Como anécdota curiosa, las "glans" de plomo y cerámica a veces aparecen con inscripciones del tipo "trágate esta" o "fue Lucio el que te dio". Si creíais que lo de poner mensajitos en las bombas era una costumbre inventada en el s. XX... pues ya veis.
Roz, lo de la comida en los árboles lo menciona creo que Vegecio, y lo hace refiriéndose a los (para él) "antiguos" honderos baleares, aplíquese aquí el tantas veces mencionado y tan pocas utilizado sentido crítico a la hora de tomar esta información de manera literal...

Y, para los que habéis estado en Maderuelo durante la celebración de "Maderuelo s. XII", recordar simplemente lo que pudisteis ver (y, algunos, sufrir) en cuanto las capacidades de los condenados "fustíbalos" (hondas colocadas en el extremo de una vara de madera para darle más potencia, si cabe, al proyectil). Y hablamos, en este caso, de pelotas de tenis. Así que, echad cuentas...