Para los babosos, fácil, cuando se pongan a babear encima de la espada, se ejecuta un rápido sesgo de muñecas de forma que queden
debajo de la espada, a ser posible con la punta en la nuca, el brazo retorcido por la hoja, y el arriaz apoyado de punta en sus riñones. Tras ésta muestra del uso y disfrute de tu acero, suelen quedar convencidos de no necesitar ningún otro examen cercano de cualquier espada, y menos del zumbao que la maneja...
Para lo del sudor, tras mucho experimentar al final he logrado un ingenioso sistema que paso a comentarte: Llevo la perola envuelta en una bolsa de plástico (con agujerico para respirar,claro) que impide que el sudor toque la careta, y además tiene detrás,en la nuca, un pequeño depósito de goma donde van cayendo los litros que sudo, que a su vez tiene un tubito que acaba en un aspersor situado en la careta, apuntando al frente. Cuando alguien se me acerca mucho para hacerme un movimiento de conclusión, echo para atrás la cabeza, apretando el depósito de goma y provocando que por el aspersor salga un chorro de sudor reconcentrado (valor químico similar a ácido de batería) directo a la jeta del malintencionado agresor, que los suele disuadir de continuar su ataque y más bien les deja retorciéndose en el suelo pidiendo que les hagan una transfusión de aire.
Lo que pasa es que, no sé porqué, en los torneos no me dejan utilizar mi invento.
Un saludo.
Oscarionte
"Españoles en la mar quiero, y si es en tierra San Jorge nos proteja" (proverbio Inglés)