De momento sólo me he leído el resumen de Arcolibros, el que trata sobre el ejército y la guerra medievales, y aunque todavía no estoy en condiciones de hablar de los demás, porque aún no me los he leído, tengo que decir que por lo pronto, García Fitz es un pedagogo donde los haya, pero de los de verdad. Llevo más de veinte años leyendo sobre historia militar, lo que he podido por aquí y por allá, y jamás en mi vida había tenido una imagen tan clara de lo que es la guerra medieval. Debe tener a sus alumnos de la universidad flipando.
En cuanto a lo de si refríe o no, la guerra es un asunto mucho más de hechos que de interpretaciones, como sería la historia social, económica o la de las mentalidades y el problema que tiene la historia militar medieval es que sólo tenemos las crónicas, al menos aquí en España, y poco más. Y no porque no haya testimonios físicos. Mi marido comentaba el otro día, que con una pedazo batalla como las Navas, los ingleses habrían montado una fiesta nacional, un centro turístico internacional y tendrían a decenas de escritores reviviendo una y otra vez la batalla. ¿O podeis hacer una idea de cuantas veces se habla de Hastings y cuanta gente la conoce? ¿Sabeis cuantas novelas históricas reconstruyen Culloden o lo usan de esecenario histórico? Ya hemos hablado otras veces de este tema y es triste ver lo poco que se valora este espacio y tiempo medieval aquí en España, donde los castillos (somos los que más tenemos en Europa, por cierto) van muriendo porque nadie los mantiene, o peor aún los reconstruyen a lo Disneyland, o los "moneizan", que yo a Moneo lo respeto mucho, pero a veces, mejor se quedaba relajado en su casa y a los de su escuela, por favor que paren antes de que lo llenen todo de argamasa rosa.
Se espera que cuando empiecen a salir los estudios sobre Alarcos, se revolucionará toda la historia del armamento y de la guerra en general en el ámbito occidental. Todavía no hemos visto nada. A ver si la arqueología medieval también despega, que aparte de la gente de Cádiz, parece que no hay mucho más movimiento por ahí. O al menos, no nos llegan sus trabajos.
En fin, a ver cuando le hinco el diente a los demás, que ya les tengo ganas
