Realmente, es más sencillo de lo que parece:
Estaremos todos de acuerdo en que ir armado supone una ventaja. Esa ventaja podría ser contrarrestada por la habilidad del desarmado, pero sólo cuando ésta habilidad sea sustacialmente superior la del pollo que va armado.
Por ejemplo, mi menda, novatillo con mano y media, contra un aikido-machine: lo que tengo clarinete es que jamás debo entrar en distancias cortas (y no sólo por lo que decían los de Brummel

). Sólo con eso la cosa se le pone muy negra al sensei de turno: tiene que esquivar todos mis golpes y esperar a un hueco en mi guardia para cerrar distancia y hacerme pupita: en definitiva, tiene que esperar a que yo cometa un error y puede hacer bien poco para forzarme a cometerlo.
Claro que si yo cargo contra él espada en alto en plan berseker, el que está muerto soy yo, pero ¿por que iba a hacerlo?
Otra cosa es que te dejes hacer filetes sin mover un dedo: algo intentarás, y si te tienes preparada la lección (lo que dice Kurosaki del samurai, pero no nos dejemos deslumbrar por el sol naciente: en muchos tratados de esgrima medievales -Fiore, Vadi, I.33- tambien se dedica espacio a la lucha desarmada) pues tendrás más posibilidades, y siempre puede sonar la flauta. Pero si el que va armado tiene un determinado nivel, date por fiambre.