Mario Orsi escribió:La mayoría de gente que antaño ceñía y usaba espadas las trataba como nosotros a las nuestras: cacharros útiles, mejores o peores, de más o menos calidad y precio, pero al final herramientas... sólo que eran herramientas que servían, generalmente, para distinto fin.
Discrepo. Me parece demasiado categórico y además creo que descontextualizas demasiado. Es cierto que realmente no podemos asegurar categóricamente ni que la inmensa mayoría les daban nombre y atribuyeran capacidades y/o poderes especiales, o al contrario: que a la inmensa mayoría las trataran como herramientas de usar y tirar. Pero las evidencias culturales de muchos pueblos medievales occidentales, al menos en el periodo del que estamos hablando, la edad media, hacen pensar que la mayoría tratara sus armas con más reverencia que indiferencia. Sobre todo los profesionales de la guerra (especialmente los caballeros, todo un símbolo para su estatus), quizá no tanto los combatientes circunstanciales.
Se cree que el hecho de que en las sagas, cantares, leyendas, etc. aparezcan espadas con nombre no refleja otra cosa que la costumbre más o menos extendida en cada cultura de nombrarlas, aunque sea privadamente. Por supuesto, los autores pudieron inventar esos nombres si los desconocían, pero se cree muy probable que su dueño probablemente las nombrara.
Obviamente no creo que absolutamente todos le pusieran nombre a su espada, y si lo hicieran, mucho menos este nombre perduraría mucho tiempo después de la muerte de su dueño (o su pérdida en batalla), salvo que este fuera más o menos famoso y se registraran sus andanzas o bien la espada fuera heredada de una manera formal. Pero la espada en el medievo todavía mantiene ese aura de prestigio como "arma del verdadero guerrero" en casi todas las culturas que poco después iría perdiendo (nunca del todo, aún en nuestros días conserva algo de ese prestigio) a lo largo del renacimiento y en épocas posteriores, cuando ya casi cualquier soldado tenía una a mano. Además en esa época era el arma más cara y duradera y normalmente sobrevivía a su dueño y podía ser (y era) legada de una generación a la siguiente mientras esta sobreviviera en buenas condiciones y se seguiría usando mientras fuera útil en el campo de batalla y no estuviera obsoleta. ¿Cuantas de las espadas que vemos en los museos, habrán recibido sucesivos nombres o apodos de sus dueños, hoy olvidados? Yo soy de la opinión de que muchas los recibieron. Creo que si bien muchos las tratarían como herramientas circunstanciales, no serían menos los que trataran a su espada con cierta reverencia y como objeto personal al que están estrechamente unidos y de ahí a ponerle un apodo o un nombre va un paso muy corto. Por supuesto no me veo a ninguno llevándola al herrero a grabarle el nombre, faltaría más.
Y además esto depende de la época concreta dentro del medievo, y de la cultura y de la idiosincrasia particular del propietario. No es lo mismo el jinete concejil castallano del siglo XI al que han provisto de armas y equipo para una cabalgada sobre los cercanos dominios musulmanes de la taifa de Toledo, que el guerrero vikingo, de la misma época, que lidera una expedición de saqueo a poblados costeros compostelanos.
Y mirad este hilo, sin ir más lejos. Nosotros, gente del siglo XXI, meros aprendices que dedicamos una ínfima parte de nuestro tiempo a la esgrima antigua, siempre como afición y con las que probablemente nunca defenderemos nuestras vidas nombramos nuestras espadas negras de entrenamiento tal que: "La Viga", "Lacreadoradehuérfanos" ("Tétanos" para los oponentes), "La Panadera" ("La Batidora" para los oponentes), "Masticadora", "Fendetestas", "Viribus Unitis", "La Gris", "Tumbamuros", "Zoadiak", "Sólar", "Segadora", "Manzana", "Bellotera", "El Serrucho", "Campanillera", "La Cantarina"... Muy esclarecedor, a mi juicio, de lo que debió ocurrir hace siglos (y si me apuráis, milenios) con las personas que lucharon a espada como forma de vida. ¿Conservarán nuestras espadas sus nombres cuando abandonen nuestro lado? ¿serán recordadas al cabo de 10, 20, 50 o 100 años? Probablemente ninguna. No las nuestras. ¿Significa eso que no tuvieron un nombre o varios a lo largo de su vida? No, ni de lejos.
Pero no dejemos que esto nos distraiga del verdadero propósito del hilo... seguid poniendo los apodos de vuestras espadas, que es muy esclarecedor.