Verdad, y de la buena. Pero el artículo que mencionas, que acabo de leer por ver de qué se opinaba, no puede ser catalogado de ensayo histórico, sino más bien de un artículo de opinión en contra del traslado del Museo del Ejército. Está lleno de interpretaciones subjetivas, pero válidas, si lo consideramos como lo que es. Y además, distingue, unos párrafos más atrás, entre el Cid histórico y el literario, para centrarse en el segundo. Y más adelante, casi al final, viene a decir que aunque el cantar de gesta sea pura literatura, a él le da igual. Su preocupación son asuntos como el espíritu nacional y sus símbolos. Nada que ver, en realidad, con el punto de vista que (creo) estamos aplicando aquí. Es decir, no es un texto válido para nuestro análisis, pero tampoco se le puede desacreditar alegrememte si tenemos en cuenta lo que es.Yeyo escribió: Me da un poco de palo leer un artículo como este
http://www.ucm.es/BUCM/revistas/amm/021 ... 10157A.PDF
en el que se cita, por ejemplo, que la Tizona y la Colada fueron entregadas por el Cid a los Infantes de Carrión tras la boda con sus hijas (doña Elvira y doña Sol) y antes de la afrenta de Corpes… cuando ni estos dos personajes se casaron con las hijas del Cid, ni existió la afrenta de marras y ni tan siquiera las dos hijas se llamaban así, sino María y Cristina.
Es decir, que objetivamente hablando, ni tan siquiera existe alguna evidencia de que el Cid hubiese tenido una espada llamada Tizona.
Pues lo cierto es que esto sucedía, y en muchas ocasiones, bien que le pese a Aristóteles. Que a una hoja valiosa se la pusiese al día, sustituyendo la guarnición, formando un recazo, sacando una nueva espiga o lo que fuese menester, era algo que se hacía. Evidentemente, no para confundirnos a nosotros la gente futura, sino para mejor servir a los intereses suntuarios, ceremoniales, etc. del momento. El mejor ejemplo es la espada tradicionalmente considerada como la Colada (creo que lo he escrito bien, no quiero, válgame Dios, que nadie diga que digo que es la Colada) de la Real Armería. Una guarnición de lazo del primer tercio del XVI sobre una hoja que perfectamente pudiera ser del XI-XII, a la que se le han recortado los filos para crear un recazo. Este es un ejemplo perfecto de adaptación que (al menos que yo sepa) nadie cuestiona.Yeyo escribió: Lo que se está afirmando, en definitiva, es que a una espada del XI se le añadió otra empuñadura, se le hizo un recazo y se le hizo una inscripción, aparentemente para engañar a los estudiosos modernos, pues son todos estos elementos lo que la pueden datar. Había en mi pueblo un señor que aseguraba que por las noches los vecinos le robaban el maíz y, para que él no se diera cuenta, le plantaban otro exactamente igual que el suyo, que crecía todas las noches. Y me parece que lo que aquí ocurre es algo similar. Pero como también escribí, un principio de la lógica aristotélica afirma que, ante dos posibles soluciones a un problema, uno siempre ha de decantarse por la opción más simple.
El caso de la supuesta Tizona es otro, porque si Adolfo Bernalte, que la tenía a escasos metros a diario, me dice que el recazo es de origen, y no generado a base de rebajar el filo, yo lo creo. Lo del vaceo es más discutible, porque vaceos de paredes perfectamente rectas los encontramos ya en espadas como la de Sancho IV, dos siglos anterior a la guarnición de la Tizona (esta sí, sin duda de finales del XV).
El punto que trato de destacar es que en asuntos como éste debemos alejarnos de posiciones extremas, y actitudes condescendientes o abiertamente ofensivas. Ese es, en verdad, el espíritu de este foro. Aquí nadie debería venir a sentar cátedra.
Juanjo