Kull escribió:Joe, Roca, si descubres mi jugada esto ya no tiene gracia. Ahora me tendré que inventar otra más sutil. El que se lo ha tomado fatal es Oscar Torres. Pobre.
Perdona Oscar, hombre. Que a mí el rollo templario-mason-nazi-ninja me la s.....
No, a ti lo que te va el de meapilas-atlante-friki-pajillero
Me parece que el trasfondo de la cuestión no está clara por una de la partes.
La historia, al igual que la antropología, es una ciencia y como tales requieren de una determinada metodología, es decir basarse en una serie de datos objetivos, establecer una argumentación lógica que lleva a conclusiones razonadas. Por el contrario, el argumentum ad hominem o ad catedra, es decir, “esto es así por que lo dice Fulano o Mengano”, son vestigios de una mentalidad arcaica e irracional que a todas luces está fuera de lugar en un debate mínimamente serio y civilizado.
Consecuencia directa de esta última mentalidad es el tratar de menoscabar el valor de una afirmación en base a ataques personales hacia una persona, los cuales, más que demostrar lo que esa persona supuestamente es, dicen más de quién emite esa clase de juicios.
En otras palabras, que leerse la biografía de un reputado investigador para buscar un detalle con el cual intentar restar credibilidad al trabajo de toda una vida no es propio de alguien que demuestre el más mínimo respeto a la verdad y hacia el resto de seres humanos y sobre todo, no es algo que nos haga avanzar un ápice en nuestra evolución intelectual. Es decir, que encomendarse a San Google con el fin de buscar algún detalle en la biografía de alguien para negar la valía de sus escritos, sin haber leído una sola palabra de ellos, no creo que sea especialmente inteligente.
Ahora bien, hay que respetar la libertad de cada cual y si alguien desea quedar continuamente como un imbécil ha de ser muy libre para hacerlo.
Entrandole al tema ahora con más tiempo, pues éste tiene su enjundia, en mi primer mensaje expuse dos cosas. La primera es que, como ha dicho al Wikimedia, en las diversas mitologías indoeuropeas existen unos patrones argumentales que se repiten, siendo uno de ellos el de un héroe o deidad relacionada con la tormenta o el sol, que derrota a un monstruo que encarna las fuerzas oscuras de la naturaleza, en forma de serpiente, toro y/o con tres cabezas, con el objeto de rescatar un bien preciado, ya sea una mujer o ganado. Este acto generalmente reviste un carácter cíclico y normalmente se encuentra vinculado a diversas celebraciones del año nuevo, vinculadas al calendario de cada pueblo en concreto.
La segunda cosa que argumenté es que eventualmente este héroe guerrero aparece relacionado con un símbolo en forma de aspa o cruciforme, siendo tal vez el más popular el de Taranis, dios de la tormenta celta. Y este símbolo se encuentra en infinidad de estandartes militares de pueblos indoeuropeos, generalmente de color rojizo, siendo uno de ellos el famoso Labarum romano.
"Ya sea que nos aguarde el combate, ya dictemos en la paz serenas leyes, ya pisoteemos en la ciudad las vencidas cabezas de los dos tiranos, es necesario, reina, que admitas de grado mis banderas, en las que la imagen de la cruz bien brilla ornada de gemas, bien, hecha de oro macizo, refulge en lo alto de las lanzas/mástiles." [Aurelius Prudentius, Contra Symmachum, Lib. I, 461-466]
"Cristo, bordado en oro y ornado con piedras preciosas, marcaba el Labarum purpúreo, Cristo se escribía en los escudos, en la cresta de los cascos centelleaba la cruz." [Aurelius Prudentius, Contra Symmachum, Lib. I, 486-488]
Gracias al obispo Eusebio de Cesarea y a otras primitivas fuentes cristianas, sabemos que el emperador Constantino modificó este símbolo en forma de X (letra griega chi), añadiéndolo una P (Rho) para que respresentara el anagrama de ΧΡΙΣΤΟΣ “Cristo”, creando con ello el famoso crismón. Leyendas posteriores atribuyen este hecho a una visión del emperador, el cual escuchó una voz divina que le dijo “In hoc signo vinces” (con este signo vencerás).
"Capítulo XXXI: descripción del estandarte de la Cruz, al que los Romanos ahora llaman “Labarum” (1) Ahora estaba hecho de la siguiente manera. Una larga lanza, revestida de oro, formaba la imagen de la cruz por medio de una barra transversal colocada sobre ella. En lo más alto del conjunto fue fijada una corona de oro y piedras preciosas; y dentro de ésta, (2) el símbolo del nombre del Salvador, dos letras indicando el nombre de Cristo por medio de sus iniciales, la letra P cortada por la X en su centro: (3) y estas letras [son las que] el Emperador tuvo costumbre de llevar en su casco en un período posterior. Del travesaño de la lanza estaba suspendido un paño, (4) una prenda real, cubierta con un profuso bordado de las más brillantes piedras preciosas; y el cual, estando también ricamente entrelazado con oro, presentaba un nivel indescriptible de belleza al espectador. Este estandarte era de forma cuadrada, y el asta vertical, cuya parte de abajo era de gran longitud, (5) sostenía un retrato dorado de medio cuerpo (6) del pío Emperador y de sus hijos en su parte superior, bajo el trofeo de la cruz e inmediatamente encima del estandarte bordado. El emperador hizo uso constantemente de este signo de salvación como defensa contra cualquier poder adverso y hostil, y ordenó que otros similares a él deberían ser portados a la cabeza de todos sus ejércitos." [Eusebio, Vita Constantini, Lib. I]
Asimismo, existen diversas pruebas de signos en forma de X entre pueblos hispanos indoeuropeos:
"La religión de los romanos venera todos los signa militares, jura por ellos, los antepone a todos los dioses. Todas las imágenes colocadas en los signa son los collares de las cruces; las telas de los vexilla y de los cantabra son las vestiduras (stolae) de las cruces. Alabo [vuestro] celo: no quisisteis adorar a cruces desaliñadas y desnudas." [Tertulianus, Apologetycum, Pars IV, Capitulum XVI, 8]
"Además ni rogamos ni veneramos a las cruces. Vosotros ciertamente, que divinizáis a dioses de madera, quizá adoráis cruces de madera como parte de vuestros dioses. Pues tanto los mismos signa, como los cantabra, como los vexilla de los campamentos, ¿qué otra cosa son sino cruces enriquecidas y adornadas?" [M. Minutius Felix, Octavius, XXIX]
"Además, en los cantabra y vexilla, a los que la milicia guarda con no menor devoción, las telas son los vestidos de las cruces." [Tertulianus, Ad Nationes, I, 12]
Kull escribió:[Estaba buscando información sobre San Jorge y eureka, la información que buscaba estaba en este tema. Gracias Jorge Tejedor, en privado te doy una referencia que seguramente te va a gustar.

Ante lo cual yo me pregunto ¿de dónde habrá sacado la información? A ver con qué nos sorprende...