Juan J. Pérez escribió:Este es un tema que también a mí me preocupa, y sobre el que me siento algo pesimista. Pienso que abusamos de los eventos de recreación como casi únicos escaparates de nuestra actividad.
Juan J. Pérez escribió:Bueno, mi comentario es general, no depende de si la montaña viene a Mahoma o al revés. Simplemente constato un hecho que parece ir a más, dado que cada vez más ayuntamientos ven en el recreacionismo histórico veraniego una fuente de ingresos y promoción turística (de nuevo, ingresos) importante para sus pueblos... que sus objetivos convivan con los nuestros, es algo que depende de cada caso.
De hecho, la confusión comienza cuando se habla de “eventos de recreación” para definir a fiestas de pueblos “de ambientación de época”.
En Europa los eventos de recreación generalmente están organizados por museos, parques temáticos o aulas arqueológicas y sus actividades son fundamentalmente charlas divulgativas, conferencias, demostraciones y toda clase de actos culturales. Un buen ejemplo en España de este modelo lo podemos ver en las jornadas romanas de Tarraco Viva, organizadas por arqueólogos:
http://www.tarracoviva.com/
Concretamente en su programa:
http://www.tarracoviva.com/pdf/Programa ... 2008_0.pdf
Si echamos un vistazo a las jornadas de recreación que organiza el grupo del que forma parte Iagoba, veremos que también se encuentran en un yacimiento arqueológico y entre sus organizadores figuran investigadores de prestigio internacional, como Aitor Iriarte.
http://www.veleia.com/
http://www.cohorsprimagallica.com/
En el norte de Europa, donde la estacionalidad en las campañas arqueológicas es lógicamente mayor que en nuestro país, muchos recreacionistas son arqueólogos que dedican la jornada estival a ese trabajo y el resto del año, cuando comienzan las clases, imparten charlas divulgativas en colegios, institutos y, sobre todo museos, centros de interpretación o parques arqueológicos, que allí suelen tener una gran cantidad de jornadas de este tipo. Algo impensable en nuestro país, dada la precariedad económica de la arqueología, donde de hecho buena parte de los que colaboramos en ella lo hacemos por amor al arte.
En el caso del Clan del Cuervo, nuestras actividades principales están precisamente orientadas a marcos de este tipo, no a fiestas de pueblo de promoción turística. Es decir, que para nuestro grupo de
recreación histórica las charlas como las que hicimos en el Museo del Ejército poco antes que vosotros no han sido una excepción, sino la norma dentro de unos marcos similares.
Si echas un vistazo a nuestro calendario
http://www.clandelcuervo.com/index.php?name=calendario
Podrás ver que el mes que viene tenemos tres eventos. Uno son unas jornadas de grupos de diversas épocas (romanos, napoleónicos, II GM…), que nada tienen que ver con las fiestas de moros y cristianos. Otro son unas jornadas de recreación histórica que organizamos por el 9º Centenario de la Batalla de Uclés, que consisten en un complemento divulgativo a una serie de cursos y conferencias organizadas por la Universidad de Castilla-La Mancha, subvencionadas por el Ministerio de Defensa. Y el último es una serie de demostraciones y conferencias en un aula arqueológica toledana, en conmemoración del 150º aniversario del descubrimiento del tesoro de Guarrazar.
Como ves, nada de “disfraces”, nada de turistas, nada de orquestas verbeneras, ni chochonas, churros o bollos preñaos…
Los mercados medievales son otra cosa. Un empresario, especializado en organizar ese tipo de fiestas, te llama, firmas un contrato, cumples con seriedad una serie de actividades y luego te paga. Evidentemente, esto es otra cosa, ni mejor ni peor. El público es distinto, los objetivos son distintos y los contenidos también… pero yo no recomendaría a esos eventos “como escaparate” para ninguna asociación cultural. Son más bien una fuente de ingresos.