Eeepa; no había visto tu post cuando respondía al anterior,
Yeyo.
En efecto como tú dices, el impacto de un libro en una sociedad preurbana probablemente fuera más bien escaso, pero hay que considerar también otro factor y es que la esgrima tal y como la conocemos a través de esos textos posiblemente también fuera una actividad reservada a ciertos sectores sociales.
Me explico: si nos fijamos en tratados como los de Fiore dei Liberi, Vadi, Talhoffer, Von Danzig, Paulus Kal y contemporáneos vemos que la atención se centra en armas y armaduras que solo podían ser portadas por estamentos nobles -o por lo menos, adinerados- y es posible que incluso en circunstancias extrabélicas (torneos, duelos, justas...). Lógicamente esto cuadra muy bien con el público hacia el cual iban dirigidos estos textos, es decir a los pocos que contaran con medios para adquirir un libro (si recordáis la introducción de Fiore -creo que del Getty- da un listado de sus más importantes alumnos, muchos de clase nobiliaria, y especifica que solo uno de ellos tiene libros de esgrima en su poder).
En ese entorno social es posible que un libro por sí mismo no tuviera una gran repercusión social, pero a buen seguro que un maestro reputado sí que podría tener una gran influencia en la esgrima de una determinada zona. Si como muchos autores comentan en sus textos de esta época, ellos eran llamados a las cortes de la alta y media nobleza para instruir directamente a los nobles o bien a los maestros de armas de las cortes, es muy probable que por lo menos parte de dichas técnicas acabaran siendo empleadas como base de formación de otras personas fuera del entorno nobiliario (por ejemplo, los miembros de las guardias nobiliarias o de los ejércitos personales).
Tomando como base el caso del maestro Liechtenauer, pese a no haber escrito nada de su puño y letra (aunque existen esos versos atribuidos directamente a él, me temo que resisten el más pintado intento de interpretación) sí que es citado hasta la extenuación por todos los seguidores de su escuela, los cuales a su vez crean un movimiento en toda su zona de influencia que tendrá continuidad hasta el siglo XVI con los tardíos Sütor y Meyer. Olvidándonos de estos últimos, ya dentro de la revolución acontecida con la aparición imprenta y los cambios sociales de una sociedad tardo-feudal a una proto-urbana, sí vemos que incluso con esos primeros autores hay una serie de influencias técnicas que muy bien podrían haber traspasado al barrera social y llegado al ejército e incluso a la baja nobleza y la burguesía de la época.
Evidentemente y enlazando con tu argumentación sobre las zonas de aparición de los primeros tratados, la certeza completa del traspaso de información esgrimística no la tenemos hasta la popularización de los libros, entendiendo como "popularización" su llegada a casi todos los estamentos sociales, cosa que es posible gracias a una bien asentada burguesía (algunos de los cuales eran de orígenes humildes y no tendrían demasiados reparos en transmitir a sus criados o servidores parte de las enseñanzas de maestros), a un abaratamiento escandaloso en el precio de los libros y a la aparición de "grandes" tiradas, hecho posibilitado por la difusión de la imprenta (hablamos ya de millares de ejemplares y no solo de unas pocas decenas en el mejor de los casos).
De hecho vemos que coinciden estos factores en el siglo XVI con la aparición de epítomes tales como "método para aprender sin necesidad de maestro" o "para que cualquiera pueda aprender por sí mismo", lo cual ya indica una cierta tendencia por aproximar el método del maestro al alcance de todos (o al menos de los pudientes; un libro seguía siendo un bien caro).
En esta época ya encontramos una gran difusión de los tratados y de la fama de los autores al menos en Italia, España y Gran Bretaña, y algo más tardiamente en Francia. Buena prueba de ello es la aparición de citas de sus nombres en la literatura de la época, lo cual atestigua que sus métodos ya habían alcanzado la consideración de "populares".
En otras palabras, que coincido contigo en que el papel de los libros e incluso de los autores hay que verlo en su contexto: tanto los libros como los propios maestros fueron en su momento un bien de lujo solo al alcance de los más pudientes, que posiblemente fueran los que pudieran permitirse ver la esgrima y el resto de actividades parabélicas como algo recreacional. A medida que la sociedad evoluciona y cambia, el papel del arma civil lo hace con ella y la figura del maestro y sus enseñanzas también cambian, dando lugar a una esgrima "para todos".
Y respecto a la supervivencia de los textos (cosa generalmente ligada a la difusión) o al interés que pudieran tener los maestros afamados en publicarlos, imagino que, al margen de circunstancias personales (como el caso de Añasco, que imagino que no publicó nada más por "chulería" -si se me permite el presentismo- que por otra cosa

), también influyeron mucho las facilidades que para ello tuvieran. Supongo que tanto para los maestros de la época prerenacentista como para los que vivieran en una sociedad tan diferente a ella como la del siglo XVII, el hecho de contar con un mecenas, o por lo menos con unas buenas influencias y contactos influirían mucho en la posibilidad de publicar algo o no hacerlo (lógicamente a medida que avanzamos en esta línea temporal, más facilidades técnicas y económicas hay, pero aún así sigue viéndose la necesidad de un cierto mecenazgo en la mayoría de las obras).
Solo eso, aportar mi granito de arena a esa bien hilada exposición que haces,
Yeyo.
Saludos.
PD: Sin embargo no dices quien te ha influido más,
Yeyo, aunque conociéndote seguro que nos darías una lista de autores prehelenísticos que hablaron sobre el uso de la espada de bronce en Asia Menor.
