Lo que pasa es que da la sensación de que cada vez que se menciona que sobreviene una película histórica española da la sensación de que nos hacemos de cruces pensando que va a haber

cochinadas que para nada entran en la lógica de la narración y que están ahí porque una raza de directores tarugos creen que con eso van a atraer a una masa de espectadores reprimidos que hace nada que no tienen que ir a Perpignan para ver macizas

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Aunque a veces pueda seguir siendo así, en general me parece que corresponde al criterio del director, el cual puede tener más o menos acierto. En "El manantial de la doncella" Bergman no nos muestra la violación con detalle morboso, y no dejan de ser unas escenas terribles, sin embargo el director de una de las últimas pelis de la Bellucci,"irreversible", rueda la violación de esta de una manera completamente explicita, para explicar el subsiguiente deseo de venganza salvaje de su novio (no la he visto, ni ganas). Por supuesto fue muy criticada, pero el criterio del director fue "ese" y no el de "insinuar". ¿Acertado?, no lo se, pero entra en la producción artística del hombre este, Gaspar Noe, creo que se llama y para él son exigencias del guión.
Eso si, en cuanto a "historicidad", no veo porqué resulta el sexo anti-histórico,porque si no no entiendo cómo hemos llegado aquí, además de que lo que marca el impás en cuestiones de mojigatería es el barroco y de ahí "palante" casi hasta llegar a nosotros, mientras que anteriormente no había tantas restricciones al respecto. Las modas ,creo recordar que florentinas, a comienzos del renacimiento de colorearse los pezones y mostrar los pechos entre damas y burguesas, las casas de baños en este período y en el medievo, las reglamentaciones sobre los protíbulos totalmente asumidos y casi "·oficiales" de la Villa y Corte durante el XVI y el XVII , dan la sensación de que estaba a la orden del día y no resultaba extraño en la vida de la gente de entonces.
Eso me recuerda a una entrevista con Jacques Martin, el creador del personaje de tebeo "Alix"(exactamente lo opuesto de "Asterix") que contaba que cuando dibuja templos griegos lo hace dándoles un color blanco marmóreo siendo consciente de que en realidad estaban policromados, porque si no a sus lectores les chocaría demasiado.