Mensaje
por Agrippa » Mar Nov 15, 2005 8:24 pm
Da gusto ver lo burros que podemos llegar a ser los íberos..., y que sea por muchos años. Eso de sacar pecho, hablar fuerte y soltarle a una consumada tiradora que se es capaz de tocarla..., y dos veces,... con un par..., qué queréis que os diga: que tiene su puntito.
Y además me viene a las mientes unos versos de algún ingenio de nuestro Siglo de Oro que venían a decir que ...es al final la mujer a la espada parecida, que mata más desnuda que vestida... Y que no es sólo una mujer, ni una espada, es una mujer con una espada.
Juas!! yo pagaría gustoso la cena, que se me caigan los cuernos en los callos si miento.
En fin, que si de dar consejos se trata, y desde mi humilde posición de viejo tirador de esgrima "deportiva", voy a confiarte un secreto a voces: lo que verdaderamente para un ataque es la punta del arma. Como lo oyes. O sea: uno va y se tira a fondo para hurgarle las asaduras a su adversario y, apenas inicia el movimiento, se encuentra con la punta de la espada del susodicho en su camino, así que o se para o la retira, con lo que ya se le fastidió el ataque... De manera que si te mantienes perfilado y con el brazo armado bien estiradito con la punta de tu espada apuntando al pecho de tu amiga ella deberá apartar ese obstaculo antes de iniciar nada... ¡No dejes que toque tu hoja! Si no tienes experiencia vas frito.
Otra cosa. Es poco elegante, lo sé, y no pasará a la historia de las técnicas más depuradas pero yo que tú usaría la guerra psicológica. Usa el sentido del humor, métete con ella, dile que está muy sexi con ese traje, que se puede dejar la careta puesta más tarde, que la postura le resalta el trasero y que si lleva wonder bra o es que ha visitado Corporación dermoestética para un apañito rápido..., no te calles..., a lo mejor se ríe y puedes colarle un botonazo.
y, por último, daría algo por poder presenciar el lance.
La espada ha de ser, no sólo la prolongación natural del brazo de un hombre, sino también el filo de su conciencia y la punta de su corazón.