Leonardo escribió:La cuestión es que no hay un enunciado al que puedas refutar;siempre fue una opinión personal sobre preferencias, y por lo tanto tan válida como cualquiera.
Y sin embargo, hace un par de intervenciones tu posición, en lugar de ser una opinión personal sobre preferencias, era un enunciado tan general y tan cierto que yo debía de coincidir ( o podía coincidir) contigo en él. De hecho, no sólo planteas que el tajo es "
el golpe en el que más fuerza(y control) puedes aplicar" sino que además argumentas que eso es debido a que cuenta "
con toda la potencia y masa del cuerpo". Sinceramente, eso no se puede entender como un enunciado de una preferencia personal.
Seamos serios: no se puede pasar del "eso es así por ésto y por lo otro" al "ojo, que sólo era una opinión personal sobre preferencias" cuando nos interesa.
Aparte de que hay cuestiones que no son de gusto personal: a mi me puede gustar más el rojo que el azul, pero un objeto será rojo o azul independientemente de mi opinión al respecto; yo puedo sentirme más confortable y/o transmitir más fuerza en el impacto con el tajo que con el revés, pero eso no impide que, con la práctica adecuada, cualquiera pueda formar el revés con la misma eficicencia con la que forma el tajo.
Lo cual me lleva a otra cuestión que se me había pasado por alto:
...coincidirás en que el tajo(si no eres zurdo) es el golpe en el que más fuerza(y control) puedes aplicar(al revés para los zurdos)
La descripción del tajo y del revés no está basada en la lateralidad, sino en la división interior/exterior:
-Tajo: se forma por el interior y se ejecuta desde el exterior
-Revés: se forma por el exterior y se ejecuta desde el interior
Luego, con respecto al agente y a los movimientos (remiso, violento, etc.), no hay diferencia en el tajo y en el revés entre diestros y zurdos (sí con respecto al paciente o si lo expresamos en términos laterales: un diestro recibe el tajo de un zurdo por su exterior/derecha, en lugar de por su interior/izquierda, que es por donde recibe los tajos de los diestros; un diestro forma tajo por la izquierda y ejecuta desde la derecha; un zurdo forma tajo por la derecha y ejecuta por la izquierda). Por tanto, para un zurdo el revés es también la herida circular más compleja en términos biomecánicos.
Leonardo escribió:podemos pasarnos páginas citando y recitando tratados,más no aprendería nada que no pueda aprenderlo leyendo más ;o podemos enriquecernos todos(todos los foreros) conociendo lo que los otros tienen que decir(desde el más neófito hasta el más veterano tienen anécdotas,gustos, deseos,dudas y curiosidades)...
Aparte de que pocos tratados se han citado por ahora (yo, ninguno), sí puede ser que aquí no se aprenda nada que no se pueda aprender leyendo más (de hecho, no estoy diciendo nada que no se haya escrito previamente: la pila de tratados de destreza que exite dá para mucho); pero a lo mejor a alguien le sirve de algo que este desaforado ego mío me impulse a buscar el lucimiento en cada ocasión y puede aprender algo ya, sin tener que esperar a seguir leyendo más. Oye, cosas más raras se han visto.
Leonardo escribió:todos tenemos preferencias,no somos máquinas teóricas,si no criaturas falibles que focalizamos la teoría hacia la práctica;y al igual que conozco mis preferencias, con pocos movimientos,casi seguramente,conoceré los tuyos o los de cualesquiera...adaptación al combate y al oponente.
Precisamente es por eso por lo que tener preferencias es contraproducente: nos hace previsibles y poco adaptables. Es cierto que como animales de costumbres que somos nuestra tendencia es a quedarnos donde nos sentimos confortables y a limitarnos a hacer lo que dominamos, pero no es una tendencia a la que nos debamos resignar, sino que, muy al contrario, hay que trabajar activamente en minimizar su impacto.En términos absolutos, ser adaptable es incompatible con tener preferencias; en términos relativos, cuanto más ligado está uno a sus preferencias, menos adaptable es. Y ésto, otra vez, no es una opinión, sino un hecho probado.
Leonardo escribió:La teoría se habla y se convierte en práctica,si no ,hay algo que me he perdido...
Yo diría también que, efectivamente, te has perdido unas cuantas cosas: Siendo muy sumario, se podría decir que la teoría se deduce de la práctica, se razona y argumenta, y permite analizar y optimizar la práctica; es decir, en lugar de un proceso lineal ("de la teoría a la práctica" es un proceso cíclico continuo, y en lugar de un paso sencillo ("la teoría se convierte en práctica") existe una relación con implicaciones bastante menos obvias entre el conocimiento intelectual (la teoría) y la actividad práctica.
Lo cual nos lleva a aquello tan simplista de "
Tirando nos entendemos y demostramos realmente lo que sabemos". Empezando por lo menos polémico: te supongo informado del concepto de medio de proporción. Bien, pues es perfectamente posible (de hecho, es lo habitual) empezar entendiendo plenamente el concepto de medio de proporción sin ser capaz de adquirirlo y/o de saber cúando se está en él. Luego tirando no se demostrará dicho conocimiento. Podría argumentarse que en la esgrima, un conocimiento que no puede llevarse a la práctica no es un conocimiento que se deba considerar como tal, pues es inutil (la esgrima es una disciplina práctica), lo cual es cierto si consideramos el momento dado de la prueba práctica. Sin embargo, si pensamos en el proceso de aprendizaje, el entender correctamente el concepto de medio de proporción ayuda a aprender a adquirirlo correctamente, luego podría decirse que en la esgrima hay un conocimiento teórico que, sin ser necesariamente plasmable en la práctica en un momento dado, sí ayuda (o ayudará) al desarrollo de ésta última.
Y ¿porqué tirando nos vamos a entender? ¿por que sí? ¿por que al asir las espadas descenderá sobre nosotros el espíritu de Carranza? Mira, entiendo que cualquier persona medianamente inteligente entiende mis argumentos tal y como los he explicado (y si no, culpa mía); si no, para el tema del tajo y del revés, unas simples pruebas de corte serían prueba experimental suficiente; pero para el que no quiere entender, incluso si en un asalto se le dieran tales campanazos de revés en la cabeza que le zumbasen los oidos durante media hora, seguiría achacándolo a causas circunstanciales que realmente, para él, no prueban nada.
Sinceramente creo que muchas de las veces en las que se hacen invitaciones como ésta no se hacen de buena fe: porque una cosa es haber examinado una cuestión cervecitas en la mano (por decirlo así. O, como dirían en guiri, en plan "armchair fencer") desde unos cuantos puntos de vista y llegar a la conclusión de que la única manera de aclarar el asunto es observando lo que sucede en la práctica, y otra muy distinta el zanjar la discusión de raiz con un "pues lo vemos tirando": a veces me parece el argumento del que se ha quedado sin argumentos.
Lo cual no quita para que si coincimos espadas en mano, tiremos. O no.