Paz, gentes, que la sangre no ha de llegar al rio.
Tanto en el colectivo de clientes como en el de artesanos hay de todo: desde la seriedad más absoluta hasta el golferío más descarado.
Si el golfo es el artesano, se aplica lo que dice Urri; si es el cliente, lo que dice Meleagant.
Yo, como soy una persona seria (claro, claro, claro,

) me molesta que me hagan pagar las cosas por adelantado, o siquiera que me pidan una señal: con mi palabra debería de bastar, ¿no?
Por un lado, Meleagant, el que el artesano sea una persona con su corazoncito, sus churumbeles y sus facturas no es un argumento: yo le compro un producto, no le estoy subencionando la vida. No hay producto, no hay pelas.
Urri, todo artesano que trabaje por encargo, encargo que le dejan colgado, encargo con el que pierde pasta. Tampoco es justo, porque en cierta medida, aunque yo ya no quiera la pieza en cuestión, lo cierto es que de algún modo ha estado trabajando para mi durante un tiempo, quiera yo o no el producto de ese trabajo.
Otra cosa: el principal problema con los artesanos varios no es, creo yo, las estafas de cobrar un producto y no entregarlo, sino la falta de seriedad con las fechas de entrega. Lo más normal es que ni siquiera se mojen, o que den unos plazos genéricos de varios meses con los que es imposible pillarse los dedos aunque tengan de herrero a un funcionario español de los de a martillazo el día.
A mi me gustaría uno de estos dos mecanismos:
-Señal al encargo y resto a la entrega, 50%-50% no estaría mal
-Todo al encargo, pero con posibilidad de cancelación a tramos como en las agencias de viaje: si es dos meses antes de la entrega, se devuelve el 100%; si es un mes , el 80%, etc.
Ah, y penalizaciones por retraso en la fecha de entrega acordada

. Por soñar, que no quede.