Oriol Salvador escribió:Por un lado, creo que, aunque se puedan tener algunas diferencias con Martinez, lo que si que es verdad es que es un esgrimista dedicado a la Destreza, desde hace muchos años. Creo que esto se merece, como mínimo, un respeto.
Precisamente es ahí donde radica la cuestión: la actividad principal por la que destaca Ramón Martinez es la enseñanza y práctica del sable clásico, ámbito en el cual no le conozco parangón. Pero la Destreza es para él una linea colateral de trabajo, como otras tantas (como se puede ver, sin ir más lejos, en la página web de su escuela), y en los últimos contactos que con él se mantuvieron quedó patente que su interés en seguir progresando y revisando concepciones que ya tenían una década de antigüedad era más bien marginal. Es decir, que lo de esgrimista dedicado a la Destreza, pues más bien tirando a poco.
¿Esgrimistas extranjeros dedicados a la Desteza? Puck Curtiss, Charles Blair, Philip Guillaume, Steve Hick.
En cuanto a lo del respeto, pues vamos por partes:
-Proclamarse, sin encomendarse ni a Diós ni al diablo, la principal autoridad mundial en cuando a la Destreza es, primero, una falta de respeto a don Luis Pacheco de Narvaez, a don Francisco Lorenz de Rada, a don Simón de Frias, etc.; y segundo, es falso, como lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que lo primero que se puede ver de su DVD es un error en la forma de agregarse al arma contraria.
-Una persona que graba un video de Destreza (él o sus alumnos, tanto dá en este caso), en un ruedo y a ritmo de fandango demuestra una falta de respeto tremenda a la Desteza al asociarla con el folclorismo hispánico más rancio y estereotipado.
-Una persona que demuestra tan poco respeto por los asistentes a un evento en el que debía impartir clase como para cancelar su asistencia 48 horas antes por una disputa estrictamente personal con el organizador se merece, por mi parte, muy poco respeto.
Así que, reconocimiento a su maestría con el sable, todo el que se merece, que es mucho; reconocimiento a su conocimiento y trabajo por la Destreza, mucho menos, por lo anquilosado y obsoleto de sus concepciones; reconocimiento a su labor como divulgador, pues disminuido al quedar ésta empañada por sus afirmaciones grandilocuentes; y respeto, lo que se dice respeto, pues más bien poco, y considero sinceramente que se lo ha ganado a pulso.