Antes de anda un aviso a la concurrencia: voy a tocar temas un poco
gore que espero suavizar en lo psoible. Sin embargo es tal vez mejor no pasar de aquí si uno tiene el estómago un poco sensible.
Hecha esta pequeña advertencia quiero señalar un pequeño detalle anatómico que al hablar de estos temas de las amputaciones suele pasar por alto: una extremidad (brazo o pierna) es muy diferente a un cuello (humano, animal o lo que sea).
Vamos a intentar aseptizar en lo posible la cuestión reduciéndolo todo a un modelo teórico simple que nos permita elucubrar un poco:
1. Las extremidades.
Las extremidades presentan, en esta simplificación funcional, dos partes diferenciadas: una blanda que corresponde principalmente a los músculos, piel y demás anejos de una cierta resistencia como pueden ser arterias y tendones o ligamentos y otra parte dura, que corresponde fundamentalmente al hueso. Hasta aquí imagino que todos de acuerdo.
Como la mayor parte de ligamentos y tendones situados en las extremidades se encuentran en las proximidades de las articulaciones (muñeca y codo en el caso del miembro superior y rodilla y tobillo en el caso del inferior), podemos pensar en que las fuerzas transversales al eje de las extremidades como un tajo que no apunten específicamente a esos puntos no van a verse influenciadas, en un modelo simplificado, por la presencia de estos elementos.
Así las cosas tenemos un modelo en que las extremidades estarían formadas por un tubo duro (el hueso) rodeado por una capa más o menos gruesa de tejido relativamente blando (el músculo y la piel, básicamente). Empleo la expresión "tubo duro" porque estos huesos largos no son macizos, sino que tienen una relativamente amplia zona hueca en su parte media -la alejada de los extremos-, rellena de tejido blando, la médula ósea (el "tuétano") que presentará muy poca resistencia en estas situaciones.
Posiblemente todos hayamos visto las pruebas de corte realizadas con espadas afiladas (consúltese la web de ARMA o de RSW para ver ejemplos muy ilustrativos sobre este particular) sobre tejidos animales. Es sorprendente la poca resistencia que presenta una capa de músculo ("carne") ante un arma afilada manejada con una potencia media.
Con eso en mente podríamos pensar que un golpe bien dirigido, con el filo perfectamente orientado se vería sometido a una resistencia proporcionalmente débil por la envoltura blanda de nuestro modelo de tubo hueco duro rodeado de capa blanda. Ciertamente supondría una absorción de energía importante, pero si pensamos en el grosor medio de esta capa en esas zonas centrales de huesos de extremidades, veremos que es relativamente delgada.
Teniendo ya esta idea intuitiva del primer momento del corte, es decir de la parte en que la hoja atraviesa la capa blanda, lleguemos a nuestro tubo duro:
Dado que esto es una reducción teórica, no voy a entrar en detalles acerca de la evolución del hueso con la edad. Ciertamente el hueso es un órgano vivo y como tal está sometido a cambios: en función de variables tales como la carga de trabajo, alimentación y factores hormonales (por citar los más conocidos) el desarrollo del hueso irá dirigido a aumentar su grosor en unas zonas y disminuirlo en otras, lo cual puede marcar diferencias individuales importantes (en este mismo foro se ha presentado vaias veces el análisis de los esqueletos de arqueros hallados en el pecio del
Mary Rose como prueba de la adaptación de los huesos a la función).
También habría que hablar (creo que ya lo hice en un anterior post acerca de efectos de estocadas en tórax en un momento en que hablábamos de armas orientales) de la estructura de los huesos además de su forma (que hemos simplificado a "tubo duro"). Como dije en su momento los huesos son materiales compuestos, con una fase mineral rígida y otra de tejido conjuntivo y celular cuya combianción hace que tiendan a mantener su forma con una cierta elasticidad para cumplir su función de sostén sin partirse (algo parecido a las características de rigidez y elasticidad de nuestras espadas, con cuyo equilibrio dureza-elasticidad estamos ya familiarizados).
Hay que pensar que en principio el diseño "compuesto" de los huesos largos de extremidades obedece a la solicitud habitual que van a tener durante la vida del individuo, esto es, que están pensados para soportar fuerzas fundamentalmente alineadas con su eje longitudinal, es decir, nuestro peso (en las piernas se entiende fácilmente; en los brazos cuesta un poco más verlo, pero si pensamos que hasta ayer mismo éramos cuadrúpedos, se coge la idea -est no va con segundas-).
Sabiendo estas caracterísitcas del diseño de huesos largos, del material que están compuestos y de las fuerzas para las que se han diseñado durante la evolución, es fácil volver a nuestro modelo de "tubo duro" y ver que realmente no es lo mejor que se nos ocurriría para frenar un golpe transversal a su eje realizado con un objeto de bordes vivos, que concentrará toda su energía en la línea más débil de nuestro "tubo" (¿cómo cortaríais una tubería de PVC con una sierra? a lo ancho y con una sierra fina, es algo muy intuitivo).
En otras palabras y para no cansar ya mucho más: el modelo que ejemplifica la resistencia de una extremidad a la amputación se ha revelado como poco apropiado para resistir fuerzas generadas por un corte transversal con una hoja afilada.
Vamos ahora a analizar el otro caso; hablamos ahora de:
2. El cuello
En una primera mirada comparando grosores y demás un cuello humano no parece ser mucho más impresionante en términos de resistencia que una extremidad de un grosor similar. Pero...
Pero estamos hablando de estructuras muy diferentes. Si en el modelo anterior podíamos simplificar en un tubo duro rodeado de una capa blanda, aquí lo tenemos ciertamente más complicado.
Para empezar la estructura ósea del cuello no está formada por un solo hueso realtivamente simple, sino por una cadena de huesos, las vértebras, que presentan una serie de salientes para fijar en toda su longitud, ligamentos y músculos muy densos que mantienen la posición erecta. También tiene una parte hueca, diréis, y tenéis razón: la médula espinal pasa por ahí dentro, pero paralelamente a este "tubo hueco" tenemos una "columna" de hueso macizo, sin hueco, que forma el eje estructural de la columna cervical. Estas vértebras están unidas entre sí por esos ligamentos y músculos de los que hablábamos y a su vez separadas por una serie de discos fibrosos que permiten su rotación lateral, flexibilidad longitudinal y amortiguación de fuerzas principal, pero no exclusivamente, longitudinales.
Habréis notado que hemos reintroducido el concepto de tendones y ligamentos que antes habíamos dejado de lado en el modelo anterior. En este caso no podemos obviarlos, pues están presentes en todo el cuello. Los ligamentos y tendones son estructuras fibrosas flexibles, muy resistentes (recordemos la famosa cuerda de tendones, posiblemente usada en artilugios como las máquinas de asedio romanas por su gran resistencia y flexibilidad) y que confieren a todo el conjunto un gran capacidad de absorción de energía (también salen estas cuerdas en La Biblia, como método fallido de inmovilización de Sansón; puede que en ese relato se desarrollara el refrán, "más que dos cuerdas de tendones, tiran un par de..." -esta parte se suprimió de la versión que nos ha llegado-).
Cierto es que en el modelo anterior de las extremidades hemos obviado el hecho de que una extremidad no está sujeta en el momento del impacto, por lo cual no vamos a encontrarnos con choques perfectamente elásticos (es decir que toda la energía se comunique a los objetos en colisión como causante de deformaciones -en este caso corte-, sino que parte de ella también se va a "disipar" en el movimiento de la extremidad). Lógicamente habrá que restar una parte muy importante de la energía del golpe del arma en este concepto de "desplazamiento" de la extremidad ocasionada por el golpe, quedando solo el resto de la energía disponible para ocasionar el corte.
En el modelo 2, el cuello, tenemos una serie de estructuras elásticas que absorberán aún más energía en este concepto de deformación y desplazamiento.
Para tener una imagen visual podríamos hablar en este modelo 2 como de un muelle (el conjunto de músculos "rígidos" o tendinosos y ligamentos de fijación de los huesos del cuello) que rodea a una serie de piezas duras separadas ligeramente por unas piezas algo más blandas (respectivamente las vértebras y los discos intervertebrales), todo ello forrado por una capa blanda similar a la del modelo 1.
Así las cosas, vemos que en este modelo 2 vamos a tener la dificultad añadida de estructuras que van a tender a oponer fuerzas "irregulares" al avance del filo, es decir, que tenderán a desviarlo merced de su capacidad de desplazamiento (al ser presionada por el objeto cortante la "pieza dura" cambiará su posición inicial merced de sus fijaciones elásticas, pudiendo desviar la trayectoria hacia el eje longitudinal, al tiempo que, dado que es maciza, opondrá más resistencia que el "tubo duro" de nuestro anterior modelo.
Conclusiones y Cierre.
El cuello como habéis visto, es una estructura muy diferente a una extremidad. A la imaginación de cada cual dejo la diferencia que puede suponer una acción "amputadora" realizada con un objeto cortante contra cualquiera de estas estructuras.
Simplemente a modo de referencia hsitórica y para completar las que ya se han expuesto, decir que las ejecuciones por decapitación no eran un espectáculo precisamente limpio: ni aún en los casos de alta optimización como suponía el empleo de espadas o hachas diseñadas específicamente para ello en manos de auténticos expertos en el tema y en contextos ideales (víctima inmovilizada y cabeza apoyada contra un tocón) o en el caso de maquinaria " industrial" (la guillotina), se obtenían unos resultados "a `prueba de fallos". Hay multitud de casos históricos (me viene a la cabeza el de cierta esposa de un curioso rey inglés aficionado a los divorcios y el de cierto rey francés padecedor del frenesí revolucionario) en que queda patente la dificultad de una amputación a nivel del cuello.
Ruegos y Disculpas
Ruego comprensión y perdón por haber traido un tema tan desagradable como el mencionado. Pese a haber intentado abordarlo con toda la distancia "científica" de la que he sido capaz, me doy cuenta de que éste no es un tema como para tomárselo a la ligera.
En fin, espero no haberle amargado la comida a alguien.
Como siempre, saludos a todos.
