Un par de cosillas sobre los bersekers:
-Las fuentes más extensas sobre ellos son las sagas, que inapreciables como son para el conocimento de la escandinavia medieval, no son precisamente un modelo de objetividad histórica (bueno, no tanto, porque en las sagas hay de todo, como en botica: desde cosmogonías fantásticas hasta crónicas históricas que no desmerecen en objetividad a sus coetaneas más sureñas). En el caso concreto de los bersekers, los elementos fantásticos (o que así nos lo parecen a nosotros) abundan junto con otros aspectos más "racionalizables": se pueden buscar explicaciones científicas al frenesí y la fuerza sobrehumana, pero no es tan facil cuadrar, por ejemplo la invulneravilidad al hierro y al fuego, o la capacidad de embotar armas sólo con la mirada.
La literatura escáldica (de la que descienden las sagas) se caracteriza, entre otras cosas, por el uso contínuo de una forma específica de metáfora, el "kenning", que, aunque sujeta a ciertas convenciones, nos puede complicar la vida a los lectores actuales ya que no compartimos el contexto: quizás podemos interpretar facilmente que cuando se habla de "el sol de la vivienda" se está refiriendo al fuego del hogar, pero para interpretar correctamente "el que alimenta a las gaviotas de la guerra" nos es necesario saber que:
a)No existe en la cultura escandinava ninguna "gaviota de la guerra" como elemento mitológico específico
b) A veces, "gaviota" se utiliza como genérico de "pájaro [grande]"
c)Sí hay una relacción mitológica (con una base profundamente objetiva) entre el cuervo y la guerra, ergo "gaviota de la guerra"="cuervo"
d)Los cuervos se alimentan de los caidos en la batalla, luego quien les dá de comer es aquel que mata a sus enemigos en ésta, es decir, un guerrero.
Que muchos aspectos de las descripciones de los bersekers que nos han llegado sean algún tipo de metáfora no es descabellado.
-"Berseker" se puede traducir como "[con] chaqueta de piel de oso", y efectivamente, muchas descripciones coinciden en que se vestían con pieles de oso. Curiosamente, hay otra figura menos conocida pero con interesantes paralelismos, llamada "Ufhethnar", guerreros vestidos con piel de lobo dedicados expresamente a Odín. Ambas figuras bien pueden ser los restos de un rasgo cultural totémico anterior.
-El icono del "guerrero furibundo" es compartido por otras culturas: ahora mismo me viene a la mente CuChulain, el heroe nacional irlandés, que sufría un frenesí similar (que curiosamente sólo se calmaba viendo pechos desnudos de mujeres: cincuenta mozas tuvieron que mostrarle sus encantos una vez en la que, en un abceso particularmente violento, empezó a matar a sus compañeros de hurling); y hay pasajes del Cantar de los Nibelungos que se podrían interpretar como un residuo de esta imagen.
-La epilepsia es una de las explicaciones que se han dado al fenómeno, y, para mi gusto, no es la más satisfactoria: cierto, la visión de un guerrero sufriendo un ataque epiléptico puede ser aterradora, pero no olvidemos que precisamente durante los episodios más "espectaculares", el guerrero está completamente incapacitado. Aparte de aquellas interpretaciones que niegan la literalidad del berseker, limitando sus descripciones a un fenómeno estrictamente literario y/o cultural sin implementación real (que las hay), se han apuntado teorías explican el frenesí guerrero como provocado por el consumo de sustancias psicotrópicas (alcohol, Amanita Muscaria), como un estado mental más o menos autoinducido (histeria, desorden mental por estrés postraumático) o como algún tipo de enfermedad mental o genética; también se ha planteado como la exageración poética de las capacidades de un grupo de guerreros con un, digámoslo así, elevado espíritu de cuerpo.
(¡Vaya con el par de cosillas!

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