
Señores, a mí la impresión que me dio cuando vi a los austríacos e ingleses con jetas pintadas en las caretas y aletas de tiburón de goma pegadas en lo alto, era que no sabía si era más gracioso que ridículo, o más ridículo que gracioso. Uno de ellos (una bellísima persona, por otra parte) hasta se vestía de arlequín, como ha mencionado Rorro, con las mangas y pantalones a rombitos de colores.
Como podréis imaginar, si vas vestido de payaso, ésa es exactamente la imagen que darás.
Os contaré una anécdota, que al fin y al cabo es sólo una impresión personal, pero que puede ser reveladora: En Dijon, el año pasado, cuando llegamos Marc, Rorro y Yo, lo que vimos fue un montón de "hooligans" (no lo son, pero ésa impresión daban) en pantalones cortos, camisetas jevis con dibujitos, melenas o cabezas rapadas al cero, patillazas, y tatuajes fantásticos al viento. Absolutamente nadie llevaba ningún tipo de uniformidad, aparte de una camiseta con el emblema de la escuela de turno.
Cuando nosotros sacamos los trastos y nos pusimos el equipo, la gente nos miró raro y hasta se reían, pues según parece para ellos teníamos una pinta muy rara.
Ver a tres tíos con chaquetillas (absolutamente nadie más llevaba chaquetilla de esgrima allí), coletos, guantes y caretas, escudos en el hombro y encima todos parecidos y con perilla

Minutos después, tras habernos batido entre nosotros a Ropera y Daga, y con ellos con Mano y Media (bueno, con sus shinais) la cosa había cambiado sensiblemente. De las risas pasamos a despertar un vivo interés, con gente preguntándonos cómo podía aprender "a hacer eso que haceís con las roperas" y a qué hora sería la clase que daríamos. Tras la clase y el torneo del día siguiente, en el que no hicimos mal papel precisamente, seguimos recibiendo muestras de interés, felicitaciones y admiración, aparte de dejar una impronta de seriedad en el planteamiento y la efectividad de nuestra esgrima, que más de uno nos comentó.
Ésa es exactamente la impresión que me gustaría dejar tanto en esgrimistas de otras escuelas como en profanos, y no la que nos quedó a nosotros de unos cuantos de los que vimos allí.
Ojo, que nadie se llame a engaño y se piense que allí sólo había payasos, ni mucho menos. Había esgrimidores de muy buen nivel en varias armas y escuelas, y lo demostraban con hechos. El problema es ése...que hasta que no tenías oportunidad de verlos en acción, el que se presentasen con la cara de Spawn pintada en la careta, las pantorrillas al aire enseñando el tatuaje del vikingo barbudo, los ojos de resaca (en muchos casos) y en camiseta de los Manowar, no te daba precisamente la sensación de estar frente a un profesional serio.
Y no digo más, que parezco el aguafiestas de la AEEA, joer..

Un saludo.
Oscarionte