Un detalle para no liar al personal, pues ahora veo que el listado que puse de las diferentes "ediciones" de la obra de Mair puede llamar a error: la copia que se conserva en la biblioteca Nacional de Munich es la que estamos viendo en esta tira. Es una sola obra concebida como tal, pero dividida en dos volúmenes de unas trescientas páginas cada uno. Todos los enlaces que estáis poniendo son de la versión del códice de Munich; las otras copias como decía están en otros museos y como es de esperar no van a aparecer en la página de esta biblioteca.
Eugenio Garcia-Salmones escribió:Nosotros los tenemos impresos en A3, no creo que venga nadie del siglo XVI a pedirnos derechos de autor.
En efecto los derechos de autor sobre la obra se extinguen cien años después del fallecimiento del autor (que no después de la publicación como a veces se oye), pero el trabajo del escaneo sí que es propiedad intelectual de los que lo llevan a cabo. Como en este caso cada ejemplar es una pieza única, para tener acceso "comercial" a la misma tienes que contar con la autorización de su propietario o depender de su trabajo de escaneado, y así es como pueden limitar su acceso con fines comerciales al mismo, por ejemplo con contratos en los que te autorizan a reproducir pero reservándose los derechos sobre la primera reproducción.
Y como bien decís nadie del siglo XVI va a venir a reclamar copyright por el contenido, el cual ya ha caducado y ha pasado a ser público (salvo que los de esa época fueran muy longevos y aún quede algún autor muy bien conservado por ahí, circunstancia conveniente a la hora de personarse ante un tribunal, que creo que los jueces últimamente se están poniendo un tanto estrictos con esto de que las personas que acuden a ellos estén vivas y tal

), pero poniéndose un tanto borde, si se prueba afán de lucro, pues entonces sí que hay que reconocer que se está empleando material con derechos de autor (por el escaneado, no por el contenido de la obra que como hemos dicho ya es público y libre).
Pero evidentemente como digo, para uso personal o sin ánimo de lucro, se puede hacer uno hasta camisetas con estos escaneados de Mair (mmm... pues la idea no es del todo mala, no).
Jaime Girona escribió: Cockey
(con mayúscula, please; te disculpo el "don" y el "vuecencia" porque hay confianza
), ¿entonces se podría decir que es como un Nueva Ciencia de la esgrima alemana? ¿Puede encontrarse algo aún más completo?
Por desgracia a estas alturas (seamos optimistas) no soy todavía quién para profesarme acerca de la calidad del contenido de la obra de Mair ni de su comparación con otros textos antiguos. No te sabría decir que haya algo más "completo" en cuanto a extensión en esta escuela, la verdad, aunque en general, la mayoría de los tratados alemanes que yo conozco de esa época son ya de por sí un prodigio explicativo en cuanto a cuestiones técnicas.
En lo que sí creo que puedo contestar con algo de más fundamento es en la comparación conceptual con el tratado de Pacheco:
En mi humilde opinión ambas obras son cosas
completamente distintas.
Me explico: Pacheco es un maestro con un método nuevo con unas bases fundadas en un sistema cosmológico diferente al que había estado en uso hasta el momento. Ya no vale decir que tal técnica funciona o no, ahora hay que justificar geométricamente su validez y los motivos de su ejecución, lo cual permite alcanzar el concepto puro, la "idealidad" de la técnica. En su "Nueva Ciencia" corrige todos los errores que ha podido encontrar en sus argumentos hasta el momento, incorporando nuevos métodos, recursos, ideas, etc. "Nueva Ciencia" es un intento de crear una obra definitiva sobre la Destreza tal y como la entiende Pacheco y cómo el entiende que ha ido evolucionando hasta ese momento (lo cual no implica, como sabemos, que Pacheco considerara ésta una obra acabada; su sistema sigue vivo y quiere que continúe evolucionando incluso tras su muerte). El quid de la cuestión no es el contendio técnico del libro, que en esto como digo sí que intenta ser una obra relativamente extensiva, sino que busca, como ya había hecho en la mayoría de sus obras anterirores, la manera perfecta no ya de hacer la esgrima, sino de
entender la esgrima, de cómo tienen que racionalizarse las técnicas para poder evolucionarlas y adaptarlas a las circunstancias del diestro y del entorno. Y es precisamente ese corpus teórico lo que permite que los conceptos de la Destreza puedan ser aplicados a cualquier arma y contexto.
En cuanto al tratado Mair, aunque en lo técnico parta también de ese concepto aglutinador de las técnicas empleadas en ese momento, vemos que la pretesión de la obra es muy distinta. En este caso no se trata de justificar nada. En al tradición de Liechtenauer había ya varios siglos de evolución de la esgrima con diferentes armas y contextos y Mair no aporta (hasta donde yo conozco, ojo) nada nuevo a esta tradición, sino que se limita a recopilar una sucesión de técnicas, con adaptaciones a otras armas menos habituales, lo cual puede suponer un punto de innovación (aunque esto no lo sabemos; puede que todas las técnicas con esas "otras" armas fueran ya bien conocidas, pero que no aprecieran en los tratados anteriores por una cuestión de selección; no veo a un noble del XV aprendiendo de buena gana a manejar un instrumento tan poco "digno" como un apero de campesino), pero no por ello deja de ser una recopilación de técnicas.
Para hacer una comparación un tanto ridícula pero ilustrativa, podríamos pensar en dos autores que deciden escribir libros sobre pintura. Uno es un maestro reputado con un método innovadorque ha creado una escuela pictórica durante su vida. El otro es un amante de la pintura de esa escuela pero no es un artista profesional, sino un estudioso y catalogador de arte.
El primero (Pacheco) escribe su obra "definitiva" que incorpora todos sus avances técnicos, corrigiendo todos los errores o mejorando lo que él piensa que es mejorable de su obra anterior. Evidentemetne el libro es muy técnico, pero no se limita a mostrar una sucesión de obras comentadas, sino que explica los motivos que le llevan a realizar cada técnica y cada obra, los sentimientos que intenta plasmar en cada pincelada, lo que le lleva a pintar de un cierto modo y no de otro, lo que le ha hecho romper con las escuelas antiguas; en defintiva, lo que busca el autor es transmitir en su obra el impulso que hay detrás de su trabajo, el "alma" de sus obras.
El segundo autor (Mair), el entendido y admirador de la obra de diferentes pintores que forman una escuela pictórica, pretende mostrar a los lectores las obras de esos maestros, para lo cual crea una especie de catálogo mostrando la mayor parte de los mejores cuadros conocidos, realizando una prolija y muy bien fundamentada descripción de los mismos y de las técnicas que emplearon sus autores en su confección. Incluso puede que en algún momento introduzca alguna idea aglutinadora del pensamiento de esta escuela, pero la base de ese libro no es tanto la escuela en sí, sino sus obras.
En resumen, el libro de Pacheco es un libro "de autor", del fundador de una escuela explicando la filosofía de su escuela y empleando para ello sus conceptos básicos y sus técnicas. El libro de Mair es algo diferente, pues no se trata de descifrar una filosofía o un modo de analizar las técncias, sino de una presentación de las mismas. Tal vez las mejores y las más elaboradas técnicas de una tradición centenaria, sí, pero pese a todo no dejan de ser eso: una exposición de técnicas.
Como se ve, estamos a mi humilde entender ante dos conceptos diferentes de plantearse una obra recopilatoria. Ambos son totalmente válidos y de ambos podemos extraer una enseñanza tremendamente útil para avanzar en nuestro conocimiento de la esgrima antigua, pero como digo se trata de cosas parecidas pero a la vez muy diferentes.
Saludos.
