Antes de nada, bienvenido,
A.F. y gracias por el ofrecimiento de tu amigo experto en el tema. A ver si puede sacarnos de la duda.
Permíteme Una pequeña puntualización de cara a la galería.
A.F. escribió:Veo que hablas de una planta que tiene alcaloides, así que te simplifico los efectos (...) Una vez en la sangre, al contener alcaloides lo que puedo decirte que sería similar a una sobredosis de cocaína. Eso al menos por cuenta de los alcaloides, pero creo que como decís también puede ir al corazón (no lo dudo) lo cual creo que combinado con los alcaloides facilita que el herido tarde poco en quedarse pajarito... xD
Ojito con eso que dicho así (y sé que lo has dicho corriendo y deprisa) da la impresión de que todos los alcaloides tengan los mismos efectos, cuando todos sabemos que no es así. En este caso concreto de intoxicación por Heleboro (al menos por la más conocida en humanos, que es la oral) la sintomatología más llamativa (hablando de un nivel de peligrosidad elevado) es la conocida triada de Bezold-Jarisch (o reflejo de Bezold-Jarisch) que es una depresión vagomediada cardiovascular y pulmonar (bradicardia, hipotensión y bradipnea). Como se puede ver son bastante alejados de los causados por la intoxicación por cocaína.
Y con lo que llevo consultado hasta el momento (y debería saber ya a estas alturas, pero me temo que ya tengo el tema más olvidado de loq ue creía), estoy viendo que el Heleboro es una planta de lo más tóxico que se puede encontrar en Europa, pero no estoy muy seguro de que pudiera ser empleada con una técnica simple para el uso en saetas o flechas. La mayoría de formas refinadas de sus alcaloides simplemente son demasiado poco estables para permitir su conservación por un periodo largo y la cantidad necesaria para producir un efecto rápido en un humano sin un cierto proceso de concentración, tampoco es tan baja.
Habría que ver de qué tecnología química se disponía en cada momento histórico para lograr el concentrado o una forma relativamente estable de los alcaloides y a través de qué medios se vehiculizaría, porque simplemente mojando la punta de un virote convencional en un medio líquido, no creo que llegara gran cantidad al receptor del proyectil.
Al final, además de la DL50 por vía parenteral de las distintas preparaciones posibles habría que tener en cuenta ese otro factor para ver si sería posible que el uso de esta planta para este particular fuera algo medianamente viable.
Ah, y un detalle sobre la -de momento- única fuente directa que manejamos: pensad que en esa cita de la obra de Bernardo Cienfuegos (del que creía erróneamente que había hecho simplemente una especie de Dioscórides de su momento, cuando el hombre desarrolló una enciclopedia botánica -que por otro lado nunca fue publicada, en ese oscuro siglo XVII español ya no salían los mecenas de debajo de las piedras precisamente- que dejaba en pañales cualquier obra previa) está relacionada con la caza y que es del siglo XVII, y también que de ella podría desprenderse que esa elaboración no es precisamente sencilla (de ahí que cite a una persona concreta).
Lo digo porque si solo se empleara en caza menor la dosis podría ser muy pequeña y también hay que pensar que las ballestas para este arte precisaban de mucha menos potencia (es decir de mucha menor velocidad de salida entre otras cosas) que aquéllas diseñadas para abatir soldados con protecciones. Cuanto menor sea la velocidad del proyectil, más fácil es que algo que lo impregne pueda mantenerse pegado a él durante su trayectoria.
De todas maneras yo también seguiré rebuscando un poco más a ver si encuentro algún dato que pueda sernos de ayuda para echar algo de luz sobre esta ponzoñosa cuestión.
Saludos.
