El desuso de las dagas tiene que ver efectivamente primero con las propiedades de manejo del espadín, y segundo con las modas o costumbres.
Por un lado, las Roperas del Siglo XVI y principios del XVII solían ser armas de una contundencia considerable, que podían ser usadas tanto de punta como de corte (más aptas para la punta claro) y que no tenían la agilidad necesaria, en algunos casos, como para permitir una esgrima de las denominadas "de dos tiempos" (o sea, paro el ataque primero, y después contraataco) con buena fluidez, o por lo menos durante mucho tiempo sin cansarse (cuando digo mucho tiempo, entiéndase un par de minutos). por ello, los tratados Italianos del momento, por ejemplo, solían preconizar mayormente una esgrima en un solo tiempo, en la que la defensa y el contrataque se realizaban en un solo movimiento.
Para ayudarse, entonces, se procuraba disponer de una daga, que manejada junto a la espada nos procuraría una defensa eficaz, mientras nos permite dejar a la espada el trabajo de ataque. (todo ésto es a grandes rasgos ¿Ok?)
Todo ésto, que quede claro, es para dar una idea muy general, que no tiene que quedaros como cierta en todos los casos, pues como siempre, hay múltiples excepciones. Tuve en mis manos una ropera original de principios del XVII, italiana de guarnición de siete lazos (una de las variedades más pesadas) y hoja bastante ancha y con un poder de corte considerable, que sin embargo estaba equilibrada de forma que permitía perfectamente una esgrima de dos tiempos ágil y fluidamente. O sea, que lo dicho antes no serviría para éste ejemplar.
Como decía, en principio la daga ayudaba en la defensa al tirador (al mismo tiempo que era mucho más cómoda de portar que un broquel, por ejemplo) y al mismo tiempo servía para batirse en lugares cerrados, donde no se pudiera esgrimir una espada sin tropezarnos con las paredes.
Con el espadín se podía perfectamente hacer una esgrima de dos tiempos, pues la práctica totalidad de éstas armas eran (son) extraordinariamente ligeras y ágiles y permiten pasar de la defensa al ataque, y viceversa, con facilidad, haciendo innecesaria la daga. Al mismo tiempo, portar daga se fue convirtiendo en signo de ser militar o un matón a sueldo barriobajero, pues se supone que un Noble como dios manda no se mata a cuchilladas en una taberna... de ahí a estar mal vista la daga entre la alta sociedad, fué un paso, y el resto es historia, como os podréis imaginar.
Un saludo.
Oscarionte
"Españoles en la mar quiero, y si es en tierra San Jorge nos proteja" (proverbio Inglés)