Jajajaja, había olvidado el personaje de Highlander... Será porque nunca me ha gustado esa película... (ya pueden comenzar la lapidación

)
Lo de la katana se parece a la mitificación de la mafia italiana a cargo de Hollywood, que luego los auténticos mafiosos se han dedicado a hacer suyos los arquetipos, clichés e invenciones de Coppola and Co. (sin que yo pretenda desmerecer su El Padrino, ¿eh? que con una lapidación ya me conformo

). Por como conozco personalmente la idiosincracia de mis "primos" los japoneses, me da la sensación de que, para sacudirse el enorme complejo de inferioridad que sufren debido a sus titánicos esfuerzos por convertir a un país asiático subdesarrollado allá por el siglo XIX (sin que subdesarrollado para mí tenga aquí una connotación negativa) en una potencia industrial occidental, organizar una campaña de conquista imperial a mediados del XX y sacar al país de una de las peores posguerras habidas en el mundo, y todo ello sin dejar de ser considerados por la gran minoría blanca como unos amarillos muy particulares, pero amarillos, aprovecharon la exponencial afición de esos mismos blancos que los habían apalizado en la IIª G.M. a las artes marciales, para reivindicar unas tradiciones que, en el mejor de los casos, les habían llevado por el camino de la amargura. Sin embargo, con el cambio de circunstancias del mundo moderno, ante la imposibilidad de probar la eficiente capacidad de corte de sus sables con pescuezos de pilotos australianos, hubieron de conformarse con magnificar hasta la exageración las capacidades reales de sus artes de combate, ayudados en grado sumo, por la propaganda de aquellos que trataban de vender el nuevo producto asiático en occidente, Bruce Lee mediante. De este modo, hubo gente como Kurosawa que nunca sacaron los pies del tiesto y se limitaron -¡nada menos!- que a enseñarnos cómo debían de ser realmente esos samuráis que a todo el mundo ponían pinocho; pero si echamos un vistazo a las pelis de chambara, a los manga, al anime y a The Deadliest Warrior (

), podremos comprobar que el japonés medio del siglo XXI es tan ignorante como un cani de Coria del Río, en lo que a artes marciales y espadas se refiere, of course.
El colmo de la autofagia estereotípica nipona, es colocar vídeos yanquis donde unos tipos le disparan a una katana puesta de filo para ver cómo ésta corta las balas, en una especie de Sálvame extremo oriental (es decir, menos soez pero igual de estúpido), para que invitados y públicos digan ¡Oooooooh! ¡Aaaaaaah!, y se vayan a su casa extasiados pensando que, si en vez de kamikazes hubieran lanzado sobre los portaaviones norteamericanos tíos en kimono y con el daishô, José María Aznar, en lugar del famoso "Estamos trabajando en ello", con acento chicano, que pronunció en su gira triunfal por las Américas, habría espetado un potente "¡Wagasha ha isshokenmei torikondeigozansu!"...