La Esgrima Histórica es un arte marcial occidental nuevo, aunque sea en realidad una disciplina marcial muy antigua. Nuevo porque la esgrima tradicional, aquella que los profesionales de las armas del pasado transmitían a sus alumnos, se perdió completamente en el siglo XVIII, cuando las armas de fuego acabaron por hacer inútil la espada como arma principal del guerrero, proceso que tuvo su comienzo durante el Renacimiento y que acabaría relegando la esgrima a una disciplina de sala y, ya en el siglo XX, a deporte. Hoy, este resurgimiento de la Esgrima entendida como Arte y no como Deporte, es una realidad.
Nuestro método se asienta sobre el análisis y comprensión teórica de la Verdadera Destreza de las Armas, que surgió en el siglo XVI de la mano del sevillano Jerónimo Sánchez de Carranza, quién sentó las bases de este método fundado en principios filosóficos y científicos. El baezano Luis Pacheco de Narváez desarrolló en profundidad la Verdadera Destreza, imponiéndose por demostración a los sistemas anteriores y adquiriendo una proyección que perduró hasta el siglo XVIII.
De un modo actualizado, nuestras escuelas transmiten estos conocimientos estructurados tanto a nivel teórico, mediante el uso de la terminología de la Verdadera Destreza, la geometría y la definición del espacio, como práctico, trasladando de forma eficiente y segura a la realidad el juego de las armas.
El Arte de la Espada tiene dos vertientes: La Práctica actual, moderna, eficiente y segura con réplicas de armas históricas con el propósito de aprender su Arte y su Ciencia. La segunda, la que nace del viaje interior, que lleva al practicante a querer aprender y a conocer aquellos tiempos y aquellas personas que en su día blandieron las espadas que hoy nosotros usamos.
El arte de la espada nos conduce al crecimiento personal, la disciplina mental, sin dejar de lado el ejercicio físico, la relación social y la diversión. Cualquiera puede practicar esgrima histórica, su propia evolución se verá guiada por la capacidad de trabajo y el deseo de progresar.