Sobre esto que dijo Svivomilo:
Estoy de acuerdo con Luis Miguel, que a su vez está de acuerdo conmigo, en que lo más destacable que define al atajo, desde nuestra óptica, es dotarlo de las preceptivas privación, sujeción y disposición, pero es que el amigo Pacheco insiste en el tema de ponerse superior. Por supuesto que entre este y Rada ha pasado un siglo, al igual que entre Rada y Brea, con los consabidos y mencionados cambios en la morfología de las armas que afecten también tangencialmente a principios teóricos.
En la sala de Barcelona, tras una crisis existencial respecto al efecto de sujeción nos vimos evocados en una discusión eterna y mega-trascendental sobre el verdadero sentido de dicho palabro. Tras arduas deliberaciones llegamos a la conclusión de que llevábamos tiempo entendiendo incorrectamente “el concetto”. Lo comento porque por algunos comentarios de este hilo me da la sensación que igual estáis teniendo el mismo problema que nosotros. Obviamente, podemos estar equivocados en el “nuevo” entendimiento de la sujeción, pero como siempre es divertido discutir de destreza, lo lanzo a ver qué pasa
.
El elemento clave que creo erróneo de la afirmación que has hecho, es que creemos que lo que menciona Pacheco de que la espada siempre debe estar superior en el atajo es implícito en el concepto de sujeción. Como decía más arriba, a nosotros no nos cuadraba del todo este concepto, hasta que nos dimos cuenta que Ettenhard nos lo dejaba clarísimo.
En su día empecé a transcribir el tratado de Ettenhard. Por desgracia perdí el word en un formateo, pero de lo que llevaba transcrito (algo más de la mitad), estas son todas las frases en las que se mencionan las palabras sujeción, sujetar, sujeto, y demás variantes.
Hablando de tajos y reveses:
...Si se forman estas tretas de causa sujeta, dicen que se ha de anteponer el movimiento natural remiso, por causa de la sujeción. Lo cierto es ser superfluo, pues con él no se saca la espada de la que la contraria le pone: La prueba es clara, y evidente, porque si la sujeción se hace con el movimiento natural, habiendo puesto la espada sobre la contraria, en iguales grados, para bajarla a la posición, y participación del ángulo agudo, y él entonces hace el mismo movimiento, es cierto seguirá la espada superior (que es la que sujeta) a la inferior (que es la que padece la sujeción) hallándose ambas en la participación del mismo ángulo agudo, sin haber salido de ella, siendo cierto que para salir, ha de preceder el movimiento remiso que disminuye la fuerza al contrario, haciendo que su espada se degradue, y no pueda sujetar con el natural, y en esta conformidad se consiguen tres cosas... bla bla bla
Estocada de círculo, que es la forma que el diestro, cuando teniendo su espada correspondencia al punto de tocamiento en la línea colateral derecha, que se considera en el cuerpo del contrario, por causa de la sujeción que le pone, atajándole la espada por la parte de adentro, le obliga a que para salir de ella, vaya rodeando por debajo de la guarnición contraria, describiendo su viaje una circunferencia, hasta volver a corresponder al mismo punto de donde empezó el primer movimiento
El movimiento natural, que dispuesto del remiso, y del violento, baja para construir herida de tajo, o revés, es opuesto de su misma especie, no pudiéndolo ser de otra alguna, según su naturaleza: Con que cuando baja de la rectitud alta a formar la herida, con la misma agregación se le ayuda a bajar, para que la espada contraria tenga participación del ángulo agudo, quedando con esto destruido el acto presente, y con la misma inutilidad que todos las demás oposiciones; que mediante este movimiento se hiciesen; pues como dice nuestro Maestro D. Luis Pacheco, que la sujeción es acto corrubtivo de los movimientos puestos en acto: y bien claro se manifiesta que lo dicho por el movimiento natural; pues a él solo toca sujetar: y en resolución, él solo es superior a todos, por ser el de mayor nobleza, prontitud, y fortaleza.
En el fin del revés se hace también la oposición con la treta de estocada, pero es como sujeción de espada, ayudando a bajar el movimiento natural con otro de su misma especie; y después sin desagregarse, se ejecuta la herida en la forma que la demostración enseña
Que el movimiento más noble, más poderoso, y fuerte que tiene el diestro, para su defensa, y ofensa del contrario, sea para herir por si, o mediato para otro, es el natural; este es superior a los demás, y los sujeta, y destruye, sin que por otro de diferente, o contraria especie, pueda ser corrompido, destruido, ni divertido.
El movimiento accidental, que por sí solo, o por preceder la disposición del extraño vienen por una línea recta, correspondiente al punto de tocamiento que el contrario ha elegido para herir de estocada, es destruida, y desvanecida su forma con el natural; porque agregando el diestro su espada (con superioridad de grados) corta, y sujeta la contraria: de suerte, que bajándola a participar del ángulo agudo, le quita la correspondencia, y el alcance, privándola, no solo del acto presente, sino dejándola imposibilitada de seguir ninguna determinación, sin conocido riesgo.
Como se puede ver, salvo una de las citas, donde está implícito en el mensaje, en el resto nos muestra explícitamente que sujeción va directamente ligada al movimiento natural. O dicho de otra forma, se sujeta mediante movimiento natural.
Esta implicación parece que simplemente sea sacarle punta a un concepto sencillo, pero a nosotros nos ha cambiado radicalmente el entendimiento del atajo. Si dejas de entender el efecto de sujeción como algo estático analizándolo solamente desde una fotografía, entiendes que su importancia radica en el movimiento natural; en la “inercia” aplicada a la espada del oponente. Esta cosa tan tonta, si lo piensas, tiene muchísimas más consecuencias a nivel de análisis y de enseñanza del atajo de lo que parece en un principio. El cambiar de una visión estática a dinámica del efecto de sujeción te fuerza a analizar lo que va “después de”, puesto que ésta se desvanece. Esta falta de unión del acto de sujetar con lo que viene después igual mucha gente lo tenía clarísimo, pero a nosotros nos traía de cabeza. No terminábamos de ver la tremenda importancia y seguridad de esa “fotografía” que nos describían los tratados.
Bueno, que me enrollo. A lo que iba es que si la sujeción se produce mediante el movimiento natural, como nos muestra explícitamente Ettenhard, e implícitamente Pacheco, nos encontramos con que el atajo inferior de Rada ya ni siquiera cuadra con los efectos de sujeción, privación y disposición que mencionáis. (De todas formas, recordemos que los efectos son “consecuencias” de esa fotografía que nos describen en cada fase del atajo, siendo la
general sujeción y privación distintas de las “simples” sujeción y privación).
A mi juicio, la variación morfológica de las espadas desde Pacheco a Rada hace que este último añada un nuevo sentido a la sujeción en el caso del atajo inferior. Tendría que revisarlo, pero juraría que en los atajos inferiores menciona la sujeción, cuando hemos visto que para los otros autores va ligada al natural. Lo curioso es que en otras partes del tratado habla de que las defensas ante una estocada de causa libre son sujeción, desvío, y diversión. Donde yo entiendo que utiliza la sujeción como desplazamiento natural de la espada del oponente (mismo criterio que Ettenhard y cía), desvío es el desplazamiento remiso, y diversión el violento.
En fin, que dicho de otra forma, en el caso de la variación del concepto de atajo entre Pacheco y Rada creo que nos encontramos ante un dilema. ¿Realmente conscientemente amplió el concepto de sujeción, añadiéndole también la posibilidad de ser mediante el violento, o nos encontramos ante otro caso de “humanidad” de los tratadistas? Recordemos que como personas tenían derecho a cometer erratas y meter gazapos (ahí están los triángulos imposibles, las medidas erróneas de los caminos, etc), y posiblemente estemos ahora, 300 años después, dándole vueltas a que no nos cuadra una definición con la otra, cuando igual... posiblemente... nos encontremos con un caso de adaptación de la teoría al arma, pero en la que se usaron incorrectamente los términos de la teoría inicial.
Si, le quita todo el romanticismo a la discusión, pero no neguemos que siempre cabe esa posibilidad.
P.D: Si, soy un hereje.