Contesto por partes, que si no me sale un post kilométrico.
Luis Miguel Palacio escribió:Discrepo parcialmente, Don Javier: con lo de que el medio proporcional no es una creación ex-novo, completely de acuerdo; con lo de que el compás de pié izquierdo en el atajo al principio de Ettenhard apunta en la misma dirección que dicho medio proporcional, more of the same. Pero con la conclusión de que la formulación definitiva del medio proporcional no tiene nada que ver con la morfología de las armas y es meramente una formulación más profunda por parte de quien podía permitirselo al tener la base más que trillada, tengo mis dudas.
Veamos si le convenzo, que no se diga que no lo he intentado.
Como dije en el otro post, resumiendo muuuuucho, Ettenhard nos da tres claves del atajo en el principio.
-Por un lado nos da un movimiento de hojas que van a implicar un control por nuestra parte (algunos autores consideran que hay sujeción en ese momento, otros no, o al menos no la mencionan) que va a sacar de términos su punta.
-Debemos avanzar el pie izquierdo para ganar algo de distancia a la hora de "lanzarnos" al atajo al medio. En esto creo que más o menos todos coincidimos.
-Nos recalca que a pesar de nuestro movimiento remiso pongamos nuestra espada lo más correspondiente al cuerpo del oponente posible, y que es importantísimo que nuestro cuerpo esté detrás de nuestro brazo, espada, y punta de esta.
Si tú sigues las indicaciones de Ettenhard a pies juntillas, llevando el pie izquierdo a la infinita del derecho mediante un recto, lo que te encuentras es que no cumples lo de mantener nuestro cuerpo tras el brazo y la espada. Bueno, si.. está detrás... mirando desde Cuenca. Pero respecto a nuestro oponente una de dos, o hacemos el movimiento remiso con espada y brazo (o solo espada), donde no cumpliremos lo de estar apuntándole, o hacemos remiso solo con el brazo manteniendo la espada apuntándole, con lo que le enseñamos nuestras lorcillas. Es cierto que se supone que estamos en el medio de proporción (o un pelíiiin más cerca al haber adelantado el pie izquierdo) y por lo tanto en privación común y supuestamente fuera de peligro, pero seguimos contradiciendo lo que dice Ettenhard si o si. O no nos cubrimos tras nuestra espada, o no estamos "correspondientes a su cuerpo".
Sin embargo, cuando pruebas lo de adelantar el pie izquierdo, lo que te sale por comodidad no es adelantarlo con un recto perfecto para dejarlo justo junto al derecho. Es más cómodo hacerlo algo separado, un poco transversal, apartándolo pie o pie y medio del derecho. Pruébalo cuando tengas un segundo, verás que esa tontería de movimiento, que supuestamente no debería afectarnos a nivel de diámetros, hace que tu cuerpo se aparte lo justo para permitirte seguir apuntando a tu oponente (o como dice Ettenhard "lo más correspondiente al contrario que fuere posible". Es decir, que lo intentes pero no tiene porqué ser exacto) sin tener que adoptar posturas forzadas con la muñeca. Es muy sutil, y la cosa va de 10 cm... pero de verdad, pruébalo espada en mano y verás como son necesarios tan solo un pie de separación entre el derecho y el izquierdo para que el atajo al principio de Ettenhard cuadre a la perfección.
Luego, cuando nos leemos a Rada nos encontramos con que recalca exactamente las mismas cosas pero en extenso y más explícito. Igual que Ettenhard primero aparta las hojas a distancia de privación común (en el medio de proporción) mediante los violento, remiso y natural. Luego mueve el pie izquierdo (en su caso más distancia -3 pies-) y logra pasar el medio de proporción, con lo que ya puedes bajar la cazoleta y poner tu espada obtusa para dificultar su libramiento. Has ganado la distancia como decía Ettenhard, te has cubierto tras tu espada (no está mirando a Cuenca, sino que se mantiene dentro del paralelogramo) y la has controlado (con los matices que pondré después).
Vamos, que a mi juicio las necesidades son comunes, solo que Ettenhard no especifica distancia de separación, por lo que asumo que lo que propone es algo sutil, mientras que Rada te propone que lo explotes mucho más, con las ventajas e inconvenientes de dar un compás que te lleve a 3 pies del diámetro común. Siempre hablamos que en la esgrima hay muchísimos matices, y que el 99% de las veces las cosas son grises. Desde mi punto de vista el atajo al principio de Rada y el de Ettenhard son dos tonos de gris separados ligeramente, pero con planteamientos similar.
Dejando de lado el aspecto geométrico, sobre lo que me comentas del peso de las armas... no estoy de acuerdo. El peligro de los atajos al principio siempre ha sido el libramiento y estocada al hígado. Cuando no se tiene pillado el punto al atajo te endosan estas estocadas a capazos. Y el problema precisamente es que si el oponente se te presenta débil, solamente tiene que bajar la punta y dar compás recto o transversal izquierdo para enchufarte una estocada en el tiempo del compás. No afecta la pesadez del arma (o no sustancialmente), puesto que simplemente bajas la punta y te tiras. No necesitas ni hacer un libramiento propiamente dicho. Presentas flaqueza y te aprovechas del compás del diestro.
Te lo digo porque mi espada hasta hace dos meses pesaba 1.2 kg, que quieras que no es pesada para los 800g que manejan muchas espadas con hojas Deltin o Triplette. Es aumentarle el peso un 50%, y aun así me eran mucho más fáciles de hacer estas estocadas aprovechándome de la transición del atajo al principio al medio que no ahora con la hoja triplette.
Lo que quiero decir es que la pesadez del arma afecta en muchísimos aspectos, pero a mi juicio en este caso particular que hablamos lo hace muy poco. De hecho, la clave que nos lanza Rada sobre la acción a realizar y cómo lanzarnos al atajo al medio es ni más ni menos que la fuerza que notamos en los primeros movimientos del atajo al principio. Esa chapa que mete Rada sobre los grados de contacto o el simple tacto es la clave para saber qué hacer, por encima de la prudencia de irte al proporcional.
El planteamiento erróneo que creo que se está mencionando en este post es el "¿y si el otro te hace libramiento y estocada mientras tú haces tal?" Supuestamente, si haces bien las cosas, no debería. O al menos esa es a mi juicio la gran innovación del tratado de Rada... el análisis de fuerzas previo a la acción. Si aplicas el método de Rada (y pondría la mano el resto de autores también lo usaban, aunque no lo mencionen explícitamente en sus tratados) no deberías esperar a que el otro te libre para reaccionar. Si lo haces vas a llegar tarde casi seguro.
Lo que nos analiza Rada en cada una de las situaciones que aparecen en su tratado es la fuerza que notamos del oponente. Si hay fuerza resistente, hay sujeción. Si hay sujeción, la continuamos, porque al estar haciéndonos fuerza no puede librar con rapidez. Sin embargo, tan pronto como notamos ausencia de fuerza (o simple tocamiento en palabras de Rada), pasa al atajo inferior directamente porque te va a librar en décimas de segundo.
Es decir, que pasar al proporcional te beneficia al control de su hoja, te posiciona mejor de cara a lanzarte al medio, y te permite ganar una distancia preciosa, pero lo que te evita los libramientos y acciones rápidas de tiempo es el sentimiento de la fuerza de la espada oponente. Rada esto lo recalca hasta en la sopa, llegando a esquematizar en algún punto con: Si notas al oponente fuerte, sujétale. Si está débil, revoluciona.
No quiero profundizar mucho en el tema de las fuerzas y sujeciones porque nos salimos de tema, pero al ser la sujeción uno de los elementos primordiales del atajo, por narices tienes que notar resistencia para lanzarte a un atajo al medio. Si te han librado mientras dabas el compás al medio, una de dos, o el otro te estaba presentando una flaqueza y has cometido el error de lanzarte cuando no debías hacerlo, o en determinado momento te cambió de fuerte a débil y por A o por B no pudiste o supiste reaccionar a tiempo. Si es el primer caso, es una mala decisión. En el segundo, hay que trabajar el porqué no se pudo reaccionar. Pero vamos, que el primer caso, según Rada, ningún diestro debería caer por simple análisis previo.
Vamos, que yo me encabezono en que la pesadez de las espadas, aunque nos afecte a la rapidez en muchos casos, en las estocadas al vientre aprovechándose de entrar al atajo no son un factor determinante. Y no solo eso, sino que en mi opinión, la rapidez de la reacción del contrario es algo que nos soluciona el ámbito del análisis de fuerzas, no el desplazamiento a medio pie o tres pies en la línea de la infinita del pie derecho. El irte a un pie o tres pies nos afectará a otros aspectos, pero no evita que según optes por una distancia u otra te cosan más o menos en el tiempo. De hecho, desde mi punto de vista, si te meten una estocada por libramiento en el momento de iniciar el atajo según Ettenhard también te la van a meter si te vas al proporcional.